La OCDE insta al BCE a realizar un 'QE' completo ante el riesgo de estancamiento en la eurozona

EUROPA PRESS 06/11/2014 11:33

En este sentido, la institución con sede en París, que ha mantenido sus recientes proyecciones de crecimiento para la región en el 0,8% en 2014 y el 1,1% en 2015, para anticipar una aceleración del 1,7% en 2016, considera necesario que la política monetaria "sea más acomodaticia" en la zona euro.

Así, la OCDE aprecia una ralentización de la zona euro por el hecho de que la mayor debilidad de Alemania, Francia e Italia ha contrarrestado las mejoras observadas en economías de la periferia como España, mientras que la inflación ha mantenido su deriva a la baja.

"La planeada reducción del ritmo de consolidación fiscal, las mejores condiciones financieras y un mayor estímulo monetario deberían respaldar la recuperación", apunta la OCDE. "En ausencia de este respaldo macroeconómico, la evolución del crecimiento de la eurozona será mucho más débil de lo proyectado", añade.

De este modo, el análisis de la institución internacional alerta de que la debilidad de la demanda doméstica en la zona euro contribuye a mantener los precios muy por debajo del objetivo de inflación del BCE, mientras el paro sigue en niveles elevados.

"Esto deja a la eurozona en peligro de un periodo más prolongado de estancamiento con bajos niveles de empleo e inversión, que podría verse agravado si llevara a descensos adicionales de las expectativas de inflación y a una mayor debilidad del consumo", advierte.

EL BCE DEBE SACAR TODA LA ARTILLERÍA.

En este sentido, la OCDE reclama al BCE que extienda los estímulos de su política monetaria "más allá de las medidas ya anunciadas" ante la debilidad de la economía de la zona euro y el riesgo de deflación.

"Esto debería incluir el compromiso de realizar considerables compras de activos ('quantitative easing') hasta que la inflación vuelva a su senda", recomienda la institución, que sugiere incluir titulizaciones (ABS) de peor calidad en los actuales programas de compra del BCE, así como la adquisición de deuda de empresas y bonos soberanos.