Los eurodiputados respaldaron con 575 votos a favor, 24 en contra y 9 abstenciones el plan, solicitado por el gobierno español a Bruselas.
La Eurocámara, que tenía que dar luz verde a las ayudas como autoridad presupuestaria, considera que la petición de España cumple con los requisitos establecidos en las normas europeas, que requieren el despido durante un periodo de nueve meses de al menos mil trabajadores, en particular de pequeñas y medianas empresas, para poder acceder a estos fondos.
En el caso español, entre enero y octubre de 2008, en 12 empresas fabricantes de vehículos se produjeron 1.082 despidos, que según el Ejecutivo se derivan de un aumento en las importaciones y de la disminución de la cuota de mercado comunitario en la producción de automóviles en nueve de los casos.
En los otros tres, las bajas habrían sido resultado de la deslocalización de la producción en países como Marruecos, Taiwán y Turquía.
Los afectados se concentran en Aragón, por el ERE de General Motors España, y en Castilla y León por las medidas adoptadas por Renault en sus fábricas de Valladolid y Palencia, Nissan en Ávila e Iveco en Valladolid y el impacto de éstas en las empresas auxiliares que dependen de ellas.
Los fondos del FEAG servirán para ayudar a los trabajadores en paro a reintegrarse en el mercado laboral.