Plante del comercio español a cargar la comisión al cliente cuando compre con tarjeta

REBECA SAN CRISTÓBAL OREA 19/12/2009 00:00

Desde la CEC promovieron la propuesta de mantener el status quo y no cobrar al cliente ninguna comisión cuando efectúe sus pagos con tarjeta. "Esto es algo que ha sido aprobado por todos los comerciantes: los pequeños, los medianos y los grandes".

Ahora que, cabe matizar, que si con esta normativa el cliente siempre va a tener la posibilidad de efectuar sus pagos en efectivo o con tarjeta, esto puede suponer que, en algunos casos, el comerciante decida cobrar la comisión. "¿Cuáles podrían ser estos casos? Pues aquellos en los que el gasto sea muy reducido, por lo que aceptar la tarjeta elimina el margen de beneficio", señala Fraile.

De tal manera, que el cliente no sale perdiendo con esta medida, ya que se le abren más posibilidades a la hora de pagar y sólo en algunos casos se le podría llegar a cobrar. "Y en esos casos, sería informado para que pudiera decidir", asegura Fraile.

Beneficios de la nueva ley

Cabe señalar que aportará grandes beneficios al reducir los costes en las transferencias, se dará la posibilidad de usar las tarjetas de débito en cualquier estado de la Unión, también se podrá operar con una sola cuenta corriente en todo el territorio y habrá una mayor rapidez en los pagos, de manera que el beneficiario dispondrá de los fondos al día siguiente de realizar una transferencia.

También "va a permitir frenar la avaricia de la banca de poner comisiones o costes muy elevados, porque si se diera ese caso puede que sí que optáramos (los comerciantes) a traspasarlos", nos comenta Fraile.

El elevado coste que exige la banca española

La comisión que podrían cobrar los comerciantes se encuentra en función de lo que les exigen a su vez a ellos desde la banca. Es España se sitúa entre un 0,9% y un 1%, frente al 0,3% y 0,4% que se cobra de media en el resto de estados de la Unión Europea.

"En la actualidad hay 77 millones de tarjetas (de crédito y débito) en España, pero tan sólo el 17% de las operaciones se llevan a cabo con ellas", nos explica Fraile.

Lo que no quieren, de ninguna manera (desde la CEC), es que una mala información lleve a que la gente utilice menos sus tarjetas "porque aportan seguridad y son cómodas, ya no es sólo por el hecho de no poder pagar una cuantía en el acto", declara Fraile.

Para 2010 todas esas tarjetas, así como los 240.000 cajeros y el millón y medio de datafonos que se encuentran en territorio español deberán ser cambiados al pasar de tarjetas con banda magnética a tarjetas con chip. "El gasto que supone adaptar los datafonos pensamos asumirlo nosotros (los comerciantes), pero no sabemos qué hará la banca, aunque la información que tenemos hasta el momento es que al cliente no se le cobrarán más comisiones", concluye Fraile.