S&P entiende que esta operación ayudará a la entidad a compensar el impacto de las pérdidas esperadas para este ejercicio, teniendo en cuenta la probabilidad de realizar provisiones por valor de 4.700 millones de euros en el caso de materializarse una serie de riesgos contemplados por el banco.
También cree que es positivo que Popular haga frente a sus ratios de cobertura, inferiores a los de sus comparables. "Ésta ha sido una de sus debilidades, sobre todo teniendo en cuenta que acumula mayor número de activos improductivos", explica.
S&P indica que la respuesta de los accionistas a la ampliación demostrará el apoyo a la dirección del banco y al nuevo plan estratégico tras la ampliación que ya se realizó en 2012.
La agencia de calificación ha explicado que la perspectiva positiva refleja la posibilidad de que el banco reequilibre su posición de financiación y liquidez, y augura que Popular ampliará su base de financiación estable con nuevos depósitos de clientes y emisiones de deuda al por mayor, al tiempo que reduce su posición de financiación del Banco Central Europeo.
Finalmente, advierte de que podría rebajar a 'estable' la perspectiva de Popular si el banco no es capaz de fortalecer su posición de liquidez, si hay cambios significativos en el equipo directivo o en su estrategia, si no sitúa sus ratios de cobertura en línea con sus comparables o si no es capaz de reducir sus activos improductivos como está previsto.
La decisión de S&P se suma a la de Fitch, que también ha mantenido el rating del banco en 'BB-' (grado de especulación) con perspectiva 'positiva'. Por su parte, Moody's considera que la ampliación del Popular es "positiva para la solvencia" de la entidad porque fortalecerá su capacidad de absorción de pérdidas.