Se acabaron las alegrías en Wall Street

AGENCIA EFE 20/08/2010 00:00

La aparición de Sylvester Stallone, que junto a otros actores de la exitosa película "The Expendables" abrió la sesión bursátil, no fue suficiente para animar a los inversores a comprar valores, ante la contundencia de unas cifras que mostraron de nuevo la erosión del mercado laboral y el debilitamiento de la economía.

La jornada comenzó ya con una fuerte presión vendedora, después de conocerse que las peticiones nuevas de subsidios por desempleo aumentaron en 12.000 solicitudes la pasada semana y llegaron al medio millón, el nivel más elevado desde el pasado noviembre.

Ese incremento cayó como un jarro de agua fría en el ánimo de Wall Street, que albergaba esperanzas de que se confirmaran las previsiones de un moderado descenso que vaticinaban los analistas.

El paulatino deterioro del mercado laboral estadounidense mantiene en vilo a los inversores, por el efecto negativo que tiene en las compras de bienes y servicios y en la confianza de los consumidores, y como consecuencia también en los beneficios empresariales.

A la merma de empleo se unieron otros datos que difundió el banco de la Reserva Federal en el área de Filadelfia, que reflejaron un descenso en agosto de la actividad en el sector manufacturero y una caída de la ocupación.

"Mientras que las empresas continúan contemplando un crecimiento en el sector manufacturero, su optimismo ha disminuido", señaló esa entidad al difundir los datos mensuales de este sondeo regional.

La entidad de análisis The Conference Board también prevé un crecimiento más lento en lo que resta de año, según la evolución que muestra su índice de tendencia futura de la economía.

Ese indicador, que trata de ofrecer una visión del comportamiento de la actividad a un plazo de unos seis meses, subió 0,1 puntos en julio, una décima menos de lo que se esperaba aunque es un registro más favorable que el descenso de 0,3 puntos en junio.

El economista de esa entidad, Ken Goldstein, señaló al difundirse los datos que el sector industrial da muestras de avanzar a un ritmo más lento y que no se percibe una variación significativa en el sector de los servicios.

"El resultado de esa combinación es una actividad económica débil y con poco empuje. Sin embargo, la buena noticia es que los datos no apuntan a una recesión", agregó, aunque eso no alivió los temores de quienes operaban en el mercado bursátil.

Con ese escenario de fondo, el índice Dow Jones de Industriales cerró con un descenso del 1,39% (-144,33 puntos), el descenso más agudo desde el pasado día 11 y finalizó en 10.271,21 unidades.

El selectivo S&P 500 bajó el 1,69% (18,53 puntos), a 1.075,63 puntos y el índice compuesto del mercado Nasdaq perdió el 1,66% (-36,75 puntos) y concluyó en 2.178,95 unidades.

Las acciones de las treinta empresas incluidas en el Dow perdieron valor y el descenso más agudo se lo anotó Intel (-3,22%), que anunció la adquisición de la empresa McAfee, líder en el ámbito de la seguridad informática, por 7.680 millones de dólares, lo que revalorizó un 57,07% los títulos de esta compañía.

General Electric (-2,87%), Alcoa (-2,47%), Bank of America (-2,25%), Home Depot (-2,22%), JPMorgan Chase (-2,16%) y 3M (-2,15%) registraron también caídas más notorias que el resto.

El barril de crudo de Texas para entrega en septiembre se depreció el 1,31% o 99 centavos y cerró a 74,43 dólares en el mercado neoyorquino del petróleo.

El dólar se fortaleció ante el euro y por esa divisa europea se pagaban 1,2819 dólares al cierre de la sesión bursátil, frente a 1,2859 dólares el miércoles, al tiempo que la deuda pública estadounidense a diez años subía de precio y ofrecía una rentabilidad del 2,57%.