Bajo este clima se reúne el miércoles la Comisión de Seguimiento del Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva 2010-2012 firmado el 9 de febrero de este año y en el que los agentes sociales se comprometían a modernizar este sistema de negociación en un plazo de seis meses.
Sin embargo, el parón que supuso el decreto de la Reforma Laboral y su tramitación parlamentaria hizo que este plazo se prolongara hasta el 20 de marzo, con lo que UGT, CCOO, CEOE y CEPYME, tiene poco más de cuatro meses para llegar a un acuerdo.
La reforma de la negociación colectiva persigue mejorar las relaciones laborales entre empresas y trabajadores e impulsar tanto la productividad y competitividad del tejido empresarial como la participación de los trabajadores en las decisiones de las compañías.
No obstante, la Comisión de seguimiento del Acuerdo Interconfederal de negociación colectiva se reúne para ver la evolución de los convenios de 2010 y establecer el calendario y la composición de la nueva mesa que se encargará de cambiar el sistema de negociación.
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha pedido a las patronales "responsabilidad" para que "cumplan" con sus obligaciones.
Toxo considera que la crisis de dirección que tiene la CEOE, que celebrará elecciones presidenciales el 21 de diciembre, supone un "lastre" a las negociaciones bilaterales.
Además, el secretario confederal de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz, explicó a Efe que más del 70% de los convenios de este año está pendiente de firma y que la comisión del miércoles también deberá analizar la evolución de los salarios que fijaba el acuerdo firmado en febrero.
Aseguró que sería "muy importante" llegar a un acuerdo para garantizar el cumplimiento de todas las cláusulas que contemplaba dicho acuerdo.
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, criticó la actitud del Gobierno de imponer una reforma de los convenios colectivos si los agentes sociales no llegan a un pacto y considera que son declaraciones que "no estimulan" unas conversaciones "potentes".
En el mismo sentido, Górriz fue tajante al asegurar que "hacer las cosas por decreto es trabajar por el fracaso seguro".
Y es que el jefe del Ejecutivo ha dejado claro que la reforma de los convenios es un tema de "capital importancia" para el modelo de relaciones laborales en España.
Los empresarios señalan como aspectos vitales a negociar con los sindicatos la limitación de la "ultraactividad" (prórroga de un convenio colectivo cuando no hay acuerdo para su revisión) y la regulación de la cláusula de descuelgue (no aplicación de materias pactadas en convenios sectoriales), entre otras cuestiones.
Por su parte, los sindicatos reclaman una mayor presencia de los trabajadores en las decisiones de dirección de las empresas y que se amplíe la cobertura de los convenios, ya que entre un 20 y un 25% de los trabajadores carecen de él, según fuentes de CCOO.
También pretenden ampliar la eficacia de los convenios sectoriales para que no se repita la negociación de materias y establecer reglas claras sobre la representatividad y legitimidad de las organizaciones empresariales y los sindicatos.
CCOO y UGT no están de acuerdo en que deben desaparecer los convenios provinciales.
Otros temas que también podría recoger el nuevo marco normativo de negociación colectiva son mejoras en aspectos sociales como la igualdad de trato y oportunidades en las empresas, la seguridad, la salud laboral, la formación o la responsabilidad social corporativa.
Las partes también son partidarias de tratar otras cuestiones como la protección de los desempleados, la flexibilidad interna de las empresas, los expedientes del regulación de empleo, la reducción temporal de la jornada, la contratación, el absentismo laboral o la gestión de las mutuas.