Altadis atribuye al comercio ilícito la menor venta de cigarrillos

EUROPA PRESS 09/01/2012 18:48

De esta forma, las ventas legales de cigarrillos han acentuado su caída el pasado ejercicio en 6,2 puntos porcentuales, al pasar de un retroceso del 10,3% en 2010 a un 16,5% en 2011, según se desprende de un análisis realizado por Altadis sobre la evolución del mercado, una vez concluido el ejercicio.

El director de Asuntos Corporativos y Jurídicos de Altadis, Jaime Gil-Robles, subrayó que este dato "tan contundente" confirma la "profunda" preocupación de la tabaquera por la situación del mercado, donde el problema del tabaco ilegal y el "agotamiento recaudatorio" demuestran que las decisiones del anterior Gobierno han supuesto una menor recaudación para el Estado.

Además, según dijo, dichas medidas han perjudicado "gravemente" a un sector tan relevante para la economía española como el de la hostelería y la restauración y han puesto en riesgo el sector productivo tabaquero en España.

Según el análisis, el comercio ilícito de tabaco (contrabando más falsificaciones) ha reaparecido de nuevo con fuerza el pasado año tras la "desproporcionada" subida de impuestos aplicada por el Gobierno sobre el tabaco en diciembre de 2010.

En concreto, según la tabaquera, el efecto "perverso" de este incremento fiscal ha ido acentuando el grave problema del contrabando a lo largo del año, estimándose actualmente en el entorno del 8% de las ventas legales de cigarrillos en todo el país, y de hasta un 20% en Andalucía.

Junto a la incidencia del comercio ilícito existen otras variables que han determinado la caída del mercado en 2011 como el impacto de la entrada en vigor de la prohibición de fumar en todos los lugares públicos cerrados.

El efecto de esta prohibición está calculado en el análisis aislando el descenso natural del consumo, estimado en un 3% anual desde 2008, lo que viene a suponer finalmente un 1,2% en volumen respecto a la caída global de las ventas legales de cigarrillos en 2011. Este porcentaje equivale a unos 50 millones de cajetillas y representa aproximadamente 130.000 consumidores menos.

A ello hay que sumar la anticipación en la compras de cigarrillos realizadas por los distintos canales de distribución en 2010, lo que ha favorecido el mantenimiento de un elevado stock en los puntos de venta durante 2011, así como el trasvase a otros productos de precio más asequible en un contexto de intensa crisis económica y menor poder adquisitivo por parte del consumidor y agravada por una "equivocada" política fiscal, que no ha conducido, según Altadis, a incrementar la recaudación.