El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés en el 0,50%, así como el alcance de su plan de compra de activos, que asciende a 375.000 millones de libras (530.830 millones de euros) ante la incertidumbre sobre el impacto en la economía británica de la crisis de los países emergentes y el enfriamiento de las perspectivas de inflación.
La decisión de mantener los tipos de interés estables en su mínimo histórico se tomó por una mayoría de 8 votos contra 1, mientras que la decisión de mantener el actual importe de los estímulos monetarios fue adoptada por unanimidad.
De este modo, el instituto emisor británico mantiene estables los tipos de interés de la libra esterlina desde el 5 de marzo de 2009, fecha en la que también estableció un programa de compra de activos mediante la emisión de reservas, que ha sido ampliado sucesivamente hasta alcanzar su actual volumen en julio de 2012.
Así, el Banco de Inglaterra ha cumplido con las previsiones que apostaban por un mantenimiento de los tipos en su mínimo histórico y que no prevén un cambio de tendencia hasta 2016.
La economía de Reino Unido experimentó en el tercer trimestre del año una expansión del 0,5%, dos décimas menos que en los tres meses anteriores, mientras que la tasa interanual de inflación se situó en septiembre en el -0,1%, una décima menos que en agosto.
El BoE considera que la evolución del IPC refleja las bajadas de precios de la energía, los alimentos y otros productos importados ante la apreciación de la libra esterlina frente a las principales monedas.
En este sentido, el banco central británico ha revisado a la baja sus expectativas de inflación y ahora prevé que los precios subirán menos del 1% interanual hasta la segunda mitad de 2017, prácticamente un año después de lo que anticipaba el pasado mes de agosto.
Por otro lado, el BoE advirtió de que "la perspectiva de crecimiento global se ha debilitado" y subrayó que "muchas economías emergentes se han ralentizado marcadamente, por lo que el Comité ha recortado sus perspectivas de crecimiento a medio plazo".
"Persisten riesgos a la baja para estas previsiones, incluyendo una desaceleración más abrupta de las economías emergentes", añadió la institución.
De este modo, todos los miembros del Comité de Política Monetaria del BoE coincidieron en que, ante los "vientos en contra" que debe afrontar la economía, cuando la institución decida comenzar a subir los tipos de interés "se prevé que lo haga más gradualmente y a un nivel más bajo que en ciclos recientes".