La agencia adopta esta decisión tras el anuncio por parte de Enel de la revisión del plan estratégico de la compañía para el periodo 2014-2018 ydel impacto sobre sus cuentas de la evolución del negocio en España.
La perspectiva estable es una muestra a juicio de la agencia de que los cambios regulatorios en España no dañarán el perfil crediticio de Enel y Endesa, al menos de forma suficiente como para provocar una bajada del 'rating'.
Fitch también advierte de la debilidad de la demanda en España e Italia, así como como la sobrecapacidad de centrales térmicas, y destaca que el nuevo plan estratégico de Enel pone énfasis en el crecimiento futuro en los países emergentes.
El impacto de las medidas regulatorias adoptadas en España en 2012 y 2013 ascenderá en el ejercicio 2014 a unos 1.700 millones de euros. Sin embargo, las medidas del Gobierno servirán para reducir los riesgos regulatorios futuros y corregir los desequlilibrios del sistema eléctrico, indica la agencia.
Al describir la situación en los mercados de origen de Enel y Endesa, que son España e Italia, Fitch señala que se caracterizan por "una prolongada contracción económica, un descenso de la demanda, un exceso de capacidad renovable instalada y una sobrecapacidad de generación convencional".