El 15 de septiembre de 2008 llegó después de que estallará la crisis de las hipotecas ‘subprime’, que dejó a miles de familias estadounidenses en la calle. Estos, que fueron llamados ‘productos tóxicos’, disfrazados de fondos de alto riesgo saltaron a Europa y llegaron a España. La gente compraba las casas porque el crédito era barato y cuando los intereses empezaron a crecer, las entidades bancarias los vendieron dentro de otros paquetes sin avisar. Lehman Brothers y su quiebra dieron nombre a la crisis financiera propiciada por la falta de control de las transacciones financieras.
Los Gobiernos prometieron reformas pero acudieron al rescate de los bancos con dinero público, lo que disparó su déficit y condujo a la crisis que ahora gobierna Europa, la crisis de la deuda soberana.