Según ha informado este miércoles la compañía catalana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), La Seda había solicitado la apertura de liquidación de estas dos empresas tras formalizar la venta de las unidades productivas, situadas en El Prat de Llobregat (Barcelona) y La Canonja (Tarragona) a la compañía Cristian Lay.
Como consecuencia, el juez ha dispuesto la disolución de las dos empresas, así como el cese de sus respectivos administradores, que serán sustituidos por la administración concursal.