Así avanzó el Gobierno este martes a Bruselas que tras ganar las elecciones retomará íntegramente la reforma tributaria que trató de realizar sin éxito en su plan presupuestario de 2019 con el objetivo de lograr el superávit de las cuentas públicas para el año 2022.
El Programa de Estabilidad que el Ministerio de Economía 2019-2022 prevé que España siga registrando tasas de crecimiento y de creación de empleo superiores a las esperadas para el conjunto de la zona euro, pero más moderadas que en años anteriores, con un crecimiento del PIB para 2019 del 2,2%, del 1,9% en 2020 y del 1,8% en 2021 y 2022.
"Todo apunta a que España se mantendrá en una senda de crecimiento económico en los próximos años que tenderá a converger hacia la tasa de crecimiento potencial del 1,8%", asegura el Gobierno en el documento, en el que subraya que, además de lograr mantener una senda de crecimiento económico "financieramente estable", es preciso aprovechar la actual coyuntura económica favorable para "sentar las bases de un crecimiento inclusivo y sostenible a medio plazo desde el punto de vista medioambiental y social".
Para ello repropondrá el paquete de medidas tributarias con el que se plantea elevar la recaudación en unos 5.500 millones de euros, con una subida del IRPF a rentas superiores a 140.000 euros; un tipo mínimo de Sociedades del 15% (y una rebaja al 23% para las pymes); la reducción de la exención de beneficios de filiales extranjeras, la equiparación del gravamen del diésel al de la gasolina y la creación de nuevos impuestos sobre los negocios digitales, la llamada tasa Google, así como el impuesto a las transacciones financieras tasa Tobin.