El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri se muestra optimista de cara al futuro y teniendo en cuenta la positiva evolución que ha tenido en el primer semestre del año pretende crecer en crédito e incrementar su ratio de eficiencia, así como mejorar su rentabilidad sobre recursos propios para alcanzar los objetivos de su plan estratégico a finales del año que viene.
Ampliar la base de clientes no es el único objetivo que Bankia quiere cumplir a corto plazo, ya que también busca vender un par de carteras de activos dudosos, unas operaciones que se podrían cerrar en el tercer y cuarto trimestre del año y que estarían por encima de los 1.000 millones de euros.
A lo largo de los seis primeros meses del año, Bankia ha culminado la mitad de su plan estratégico, ha conseguido acelerar su capacidad comercial, reducir su mora y normalizar su situación en los mercados.
De hecho, fue capaz de vender el 7,6% de su capital, iniciando el proceso de devolución de ayudas pública, ha colocado deuda y se ha deshecho de algunas participaciones, como la de NH Hoteles, Iberdrola o Deoleo.