Lithuanian Railways desmanteló en octubre de 2008 un tramo de 19 kilómetros de una vía ferroviaria que conectaba Lituania con Letonia, meses después de que la empresa Orlen, filial de la compañía petrolera polaca PKN Orlen, considerara la opción de redirigir su ruta para utilizar los servicios de un operador rival de la empresa lituana.
La eliminación de ese tramo, cercano a una refínería de Orlen, supuso esta empresa necesitaba transportar su mercancía a través de una ruta mucho más larga. Desde entonces, la vía desmantelada no ha sido construida de nuevo.
El Ejecutivo comunitario ha concluido tras una investigación que este comportamiento obstaculiza el mercado de transporte ferroviario de mercancías evitando que un cliente importante de Lithuanian Railways pueda utilizar los servicios de otro operador.
Bruselas ha señalado que la empresa lituana no ha aportado ninguna justificación objetiva que explique la eliminación de la vía, algo que incumple la normativa europea que prohíbe el abuso de posición dominante en un mercado concreto.
"Lithuanian Railways hizo uso de su control sobre la infraestructura nacional ferroviaria para penalizar a competidores en el sector del transporte por ferrocarril", ha criticado en un comunicado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.
"La UE necesita un mercado de transporte de mercancías por ferrocarril que funcione bien. Es inaceptable y sin precedentes que una compañía desmantele una infraestructura ferroviaria pública para protegerse a sí mismo de la competencia", ha manifestado.