Los comentarios sobre compras de activos por parte del BCE relajan los riesgos de deflación, según Fitch

EUROPA PRESS 03/04/2014 13:44

Los recientes comentarios que apuntan a que la opción de que el Banco Central Europeo (BCE) lance un programa de compra de activos (QE) al estilo del adoptado por la Reserva Federal de EEUU es una cuestión cada vez menos controvertida contribuyen a reducir el riesgo de deflación en la región, según apunta la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings.

En este sentido, la agencia destaca las palabras del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, quien admitió que la posibilidad de comprar activos por parte del BCE no está fuera de las discusiones en el seno de la institución, aunque subrayó la necesidad de valorar los pros y contras de esta medida, así como su adecuación a los estatutos del banco central.

"No hay ninguna garantía de que la discusión sobre el QE acabe resultando en un programa así", señala Fitch. "Tampoco hay garantías de si este QE sería suficiente por sí mismo para alejar el espectro de la deflación", añade.

"Sin embargo, la toma en consideración del QE indica que el BCE está preparado para incorporar herramientas no convencionales para afrontar el riesgo de deflación", subraya la agencia.

En este sentido, la agencia apunta que actualmente no prevé un riesgo prolongado de deflación en ninguna de las principales economías desarrolladas, incluida la eurozona, donde considera que la recuperación económica y el desendeudamiento privado, junto a la mejora de las condiciones de financiación, permitirán a la región "evitar una deflación duradera" al estilo de la sufrida en Japón.

No obstante, los analistas de Fitch admiten que el riesgo de deflación en la eurozona en los dos próximos años es superior que en otras economías avanzadas, debido en parte a que la inflación en la región ya es baja y sigue cayendo, después de que el dato adelantado de marzo bajara al 0,5%, su nivel más bajo desde noviembre de 2009.

La agencia explica este mayor riesgo también por la limitada capacidad de respuesta a disposición del BCE, ya que los tipos de interés ya están cerca del 0%, y cuestiona que experimentar con una tasa negativa de depósito vaya a suponer un estímulo real a la economía real.

Aunque no está claro que forma tendría un eventual QE, si los comentarios de Weidmann apunta a una postura más abierta del BCE podría reforzarse la opinión de Fitch de que las autoridades e instituciones de la eurozona "están atentas" a los riesgos para el crecimiento del bloque, incluyendo la deflación o un prolongado periodo de baja inflación, lo que añadiría presión a la dinámica de la deuda de los países endeudados y complicaría los avances en la competitividad de la periferia del euro respecto al núcleo de la eurozona.