Es una buena idea estar preparado ante cualquier imprevisto que pueda surgirnos durante un viaje, ese es el motivo principal de que, en ocasiones, tengamos que sentarnos sobre la maleta para poder cerrarla. Los ‘por si acaso’ acaban ocupando más espacio del que nos gustaría, pero nos parece imposible dejarlos atrás. 

La ropa extra, por si se nos moja o mancha la que llevamos, las prendas de la estación opuesta, no sea que de repente cambie el tiempo sin avisar, un buen botiquín, porque nunca sabemos si necesitaremos un laxante o todo lo contrario. ¿Qué pasa si empieza a llover o si graniza? ¿Podremos sobrevivir si no hemos cogido ropa de baño extra, el pijama o un jersey de más? 

En algunos casos llevar todos esos extras es necesario, pero hay muchos otros en los que bien podemos comprar aquello que necesitemos de verdad. Por ejemplo, en caso de que tengamos que hacer una visita a la farmacia antes del viaje en sí, bien podemos esperar a ver qué necesitamos en realidad, sobre todo cuando son viajes que hacemos en coche o a lugares en los que sabemos que no habrá problemas encontrando lo que necesitemos.

En esas ocasiones, no es mala idea llevar algo de dinero en metálico, un ‘por si acaso’ diferente, pero que puede salvarnos de situaciones complicadas, como acudir a un establecimiento en el que no podemos pagar con tarjeta. No obstante, conviene saber que no se puede llevar una cantidad ilimitada de dinero en el vehículo, de hecho, existe un límite que no conviene sobrepasar. 

Aunque nunca nos hayamos planteado qué cantidad máxima se puede llevar en el coche, lo cierto es que otras personas sí que lo han hecho y, de hecho, esto está regulado por la Ley 10/2010, de 28 de abril, de prevención del blanqueo de capitales. Una cantidad que no se puede sobrepasar a menos que se soliciten y cumplimenten los formularios correspondientes. 

Aunque hagamos referencia a llevar este dinero en el coche, lo cierto es que esto es también aplicable a cualquier otro tipo de transporte, así como si vamos a pie. La cantidad que no debemos exceder, porque de hacerlo sin justificación podría ser incautada por la policía, es de 100.000 euros. Además, en caso de viajar al extranjero, una vez más poco importa si es a pie, en automóvil, tren o autobús, la cantidad que podemos llevar se reduce a 10.000 euros. 

Parece bastante evidente que estas no son cantidades que llevemos habitualmente por si tenemos que pagar un menú en un restaurante o por si tenemos que hacer una visita a una tienda para comprarnos una sudadera porque tenemos frío, pero conviene tener en cuenta que, si llega el momento en el que tenemos que acudir a algún lugar con esa cantidad en metálico, para evitarnos problemas habrá que solicitar el formulario correspondiente (el formulario S1) y llevarlo encima, por si fuera necesario mostrarlo.