El coste de vida se encareció en EE.UU. en julio y ahuyentó el temor a la deflación

AGENCIA EFE 13/08/2010 05:46

El Índice de Precios al Consumo (IPC) cayó un 0,1 por ciento en junio, un 0,2 en mayo y un 0,1 por ciento en abril, lo que hizo surgir el temor de una deflación, una caída amplia y generalizada de los precios que provoca también una reducción de los salarios.

La deflación puede desencadenar una espiral peligrosa que lleva a los consumidores a ahorrar ante la expectativa de que los productos sigan abaratándose, lo que a su vez agudiza la caída económica.

Funcionarios de la Reserva Federal (Fed) expresaron esta misma semana su preocupación ante un escenario de ese tipo, lo que llevó al banco central a continuar con sus políticas de estímulo.

La autoridad monetaria ha subrayado además su intención de mantener durante un periodo prolongado su actual política de tipos casi cero con el fin de reanimar la economía del país.

La última vez que Estados Unidos sufrió un caso serio de deflación fue durante la Gran Depresión de los años 1930.

Los datos de hoy parecen alejar ese fantasma, aunque los analistas subrayan que si se excluyen los precios más volátiles de la alimentación y la energía el IPC repuntó tan sólo un ligero 0,1 por ciento.

La inflación subyacente, que excluye los alimentos y la energía, y que la Fed utiliza como referente a la hora de fijar su política monetaria, registró un incremento interanual del 0,9 por ciento, el ritmo más lento de los últimos 44 años.

El Gobierno informó hoy que el encarecimiento de la energía fue responsable de alrededor de dos terceras partes del incremento de los precios.

Los precios de la energía subieron un 2,6 por ciento en julio, el primer aumento desde enero, mientras que el combustible aumentó un 4,6 por ciento el mes pasado.

Por el contrario, los precios de las frutas y la verdura experimentaron la mayor caída en casi cinco años.

En su conjunto la inflación interanual fue de un 1,2 por ciento, en línea con las expectativas del consenso de analistas.

Por lo demás, el Gobierno informó hoy también que las ventas al por menor aumentaron en julio por primera vez en tres meses al registrar un incremento del 0,4 por ciento gracias a las mayores ventas de automóviles y gasolina.

Si se excluyen las ventas de vehículos las ventas repuntaron tan solo un 0,2 por ciento.

El repunte registrado en julio tiene lugar tras una caída del 0,3 por ciento en junio y otra del uno por ciento en mayo.

Las ventas aumentaron un 2,1 por ciento en marzo pero desde entonces el gasto de los consumidores, que representa el 70 por ciento de la economía estadounidense, se ha debilitado.

El apartado que tuvo un mejor comportamiento fue el automovilístico, con un repunte del 1,6 por ciento en las ventas de vehículos y componentes, el mejor registro desde el aumento del 6,6 por ciento que tuvo lugar en marzo pasado.

Las promociones de los últimos meses y las mayores facilidades para acceder al crédito propiciaron el despegue de las ventas, según los observadores.

Nissan, Toyota, Volkswagen, Subaru y Kia fueron las compañías que registraron mayores ganancias.

En total, la industria vendió más de un millón de automóviles, un incremento del 5,1 por ciento frente a julio de 2009.

Mientras tanto, las ventas en las gasolineras aumentaron un 2,3 por ciento en julio, el mejor dato desde noviembre pasado.