Con un avance del 0,27% ese índice, que agrupa a las 30 mayores empresas cotizadas de Estados Unidos, cerró el día en 12.426,75 unidades, lo que supone su cota más elevada desde junio de 2008, un máximo que ya había logrado anotar hace apenas dos días, cuando terminó la sesión en los 12.400,03 puntos.
En el ascenso del Dow Jones tuvo un peso decisivo la ganancia del 4,94% de Cisco, el mayor fabricante mundial de tecnología de redes informáticas, que se vio favorecido después de que se conociera que su consejero delgado, John Chambers, está planeando realizar cambios en la compañía.
En un comunicado interno difundido el martes y del que se hacía eco hoy la prensa especializada, Chambers reconoció que la compañía ha sido lenta en la toma de decisiones, lo que hacía prever a los inversores que el gigante tecnológico podría comenzar a realizar pronto recortes de gastos.
La noticia llega en un momento en el que la empresa ha acumulado en un año una caída del 31,08%, al tiempo que en lo que va de 2011 sus acciones han perdido un 10,68 % de su valor en el mercado Nasdaq.
El avance que experimentó hoy Cisco impulsó al sector tecnológico en su conjunto, que avanzó el 0,42%, por lo que otras empresas de ese sector registraron decididos avances: Hewlett-Packard ganó el 2,21%, Microsoft el 1,44% e Intel el 1,22%, entre muchas otras.
También destacó esta jornada el ascenso del sector financiero, que avanzó en su conjunto el 0,89%, animado por los avances de Citigroup (2,68%), American Express (2,3%), JPMorgan Chase (2,28%) o Morgan Stanley (2,13%).
En esta sesión volátil, en la que antes del ecuador de la jornada Wall Street se dividía entre los avances y los retrocesos, los inversores siguieron muy de cerca la escalada de los precios de las materias primas.
El crudo de Texas subió hoy el 0,45% pese al aumento de sus reservas en Estados Unidos durante la semana pasada y cerró en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) a 108,83 dólares por barril, lo que supone de nuevo su nivel más alto en dos años y medio.
Por su parte los contratos de futuros de oro más negociados en ese mercado, los de vencimiento en junio, terminaron hoy por segunda jornada consecutiva a un máximo histórico al cerrar a 1.458,5 dólares.
Ante la ausencia de datos macroeconómicos de relevancia en Estados Unidos los inversores miraban hacia el otro lado del Atlántico, donde se conoció la buena noticia de que la cartera de pedidos de la industria alemana aumentó un 2,4% interanual en febrero, tras el repunte del 3,1% de enero.
Ese dato desvió la atención de los inversores del menos alentador sobre la subasta de deuda de Portugal, que colocó hoy 1.005 millones de euros en deuda a seis y doce meses a unos intereses del 5,11% y del 5,90%, respectivamente, más altos que el 2,98% y el 4,33% registrados en las últimas emisiones del mismo tipo.
Apenas diez minutos antes del cierre de la sesión, ese país volvía a ser el foco de todas las miradas después de que el primer ministro dimisionario luso, el socialista José Sócrates, anunciase la noticia que todos esperaban hace semanas: que Portugal ya ha pedido un rescate a sus socios europeos.
Sin embargo, la noticia no pareció tener repercusión alguna sobre el parqué neoyorquino, que también logró esquivar el descenso del 5,67% del gigante agroalimentario Monsanto, que hoy decepcionó a Wall Street con unos ingresos que no estuvieron a la altura de las expectativas.
En otros mercados el dólar bajó con fuerza frente al euro (que se cambiaba por 1,4331 dólares) ante la expectativa de que el Banco Central Europeo eleve el jueves los tipos de interés en la zona euro, y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años ascendía hasta el 3,55%.