Fitch también incide en que el perfil crediticio de Países Bajos también se beneficia de unas fuertes instituciones domésticas, un historial récord de sólida gestión presupuestaria y un consenso político y público históricamente amplio en torno al apoyo a la disciplina fiscal.
Asimismo, añade que, a pesar de la caída del Gobierno en abril y de las futuras elecciones generales, la coalición minoritaria y los tres partidos de la oposición fueron capaces de garantizar un acuerdo sobre un plan para reducir el déficit según los compromisos adquiridos en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC).
"Esto ha aliviado las preocupaciones en torno a la posibilidad de que hubiera un periodo prolongado sin un plan creíble para garantizar que el déficit presupuestario cae por debajo del 3% del PIB y estabilizar el ratio de deuda pública respecto al PIB", añade.
Por otro lado, la agencia explica que el rating 'estable' refleja que la 'triple A' de Países Bajos sigue resistiendo a la crisis de la eurozona, pese al reciente incremento de los riegos políticos, a un ajuste fiscal más débil y a la deuda adicional incurrida con motivo a su contribución a los fondos de rescate europeos.
Sin embargo, advierte de que "un dramático empeoramiento de la crisis de la eurozona" podría tener un "grave impacto adverso para la pequeña y abierta economía holandesa", así como añadir presión a la baja en su rating. Además, agrega que existen una "significativa incertidumbre en las perspectivas fiscales en el medio plazo".