"Ellos estuvieron en la sede de la Petrobras y firmaron un protocolo de intenciones. Es una propuesta firme", afirmó el ministro brasileño de Minas y Energía, Edison Lobao, en una entrevista publicada hoy por el diario económico Valor.
De acuerdo con la versión periodística, Petrobras, que no necesitaría aportar recursos propios para el proyecto y pagaría el préstamo con parte de la producción futura de la refinería, está muy cerca de cerrar el acuerdo con Marubeni.
"Petrobras no tendrá costos en el proyecto", aseguró Lobao.
El acuerdo garantizará en medio de la actual crisis financiera la construcción de la refinería del estado brasileño de Marañón, ya incluida en los planes de Petrobras.
La primera fase de la planta estará concluida en 2013 y tendrá capacidad para procesar 300.000 barriles diarios de petróleo y la segunda fase, con la misma capacidad, entrará en operación dos años después.
El proyecto prevé la construcción de una refinería destinada a producir diesel "premium" de alta calidad, principalmente para exportación y que atienda las exigencias ambientales y de calidad de los países desarrollados.
Se trata de un proyecto bastante ambicioso si se tiene en cuenta que la planta procesará la cuarta parte del petróleo que Petrobras produce actualmente en Brasil y en el exterior.
La refinería será abastecida con parte del petróleo pesado que Petrobras extrae de la cuenca marina de Campos, origen de cerca del 80 por ciento del crudo brasileño, y con parte del crudo ligero que la empresa brasileña pretende retirar de los gigantescos yacimientos que descubrió en el llamado "presal".
El "presal" es un nuevo horizonte de explotación a más de 7.000 metros de profundidad que Brasil descubrió por debajo de una capa de sedimentos salinos de casi dos kilómetros en aguas profundas en el océano Atlántico.
La Agencia Nacional de Petróleo (órgano regulador) calcula que sólo en los yacimientos que ya fueron licitados en el "presal" puede haber entre 50.000 y 80.000 millones de barriles de petróleo, muy por encima de las reservas brasileñas (14.000 millones de barriles).
Marubeni, que tendrá una participación minoritaria en la refinería, es uno de los mayores grupos económicos japoneses y actúa en diversos sectores.
"En principio Petrobras tendría el 100 por ciento, pero la empresa que financiará el proyecto aceptó asociarse incluso con una participación pequeña. Será una parte minoritaria que no fue acordada, algo en torno a 10 ó 15 por ciento", según el ministro.
La financiación ofrecida por este grupo dobla los cerca de 10.000 millones de dólares que el Gobierno de China pretende ofrecer en créditos a Petrobras para proyectos de exploración en el "presal".
Además de la refinería en Marañón, Petrobras tiene previsto invertir 11.100 millones de dólares en la construcción de una refinería en el estado de Ceará con capacidad para producir 300.000 barriles diarios de combustibles igualmente "premium".
La empresa ya construye una refinería en el estado de Pernambuco con capacidad para procesar 200.000 barriles diarios y en la que negocia una asociación con la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).