La multinacional sueca ha acordado con los representantes de los trabajadores que cada tienda determinará, al inicio del año fiscal, los diez días de máxima venta, y señalará los objetivos de negocio para cada una de esas jornadas.
Los empleados que hayan trabajado al menos el 80% de esos diez 'peak days' tendrán derecho, siempre que se superen en un determinado porcentaje los objetivos de venta previstos, a recibir tarjetas de compra Ikea por valor de entre 50 y 100 euros.
Además, los trabajadores tendrán derecho a comida gratuita, un beneficio que se podrá sustituir por un sistema donde se reinvierta el importe de la comida en sorteos de productos o en actividades para los empleados.