"A pesar de indicar que el ritmo de expansión se ralentizó en julio, el índice PMI señala que el sector manufacturero está creciendo a un
ritmo constante", indicó Chris Williamson, economista jefe de Markit,
quien señaló que "el problema es que el crecimiento parece estar cada vez más desequilibrado".
En este sentido, el experto destacó que los incrementos de la
producción y el empleo están siendo impulsados en gran medida por el
Alemania, mientras prácticamente se ha estancado en Italia y España y se observan contracciones en Francia y Grecia.
El principal factor responsable de la caída del índice fue un crecimiento más lento de los nuevos pedidos, mientras la tasa de creación de empleo también se ralentizó, aunque se mantuvo entre las más rápidas de los últimos cinco años.
Por su parte, la debilidad de la moneda provocó un aumento en los costes de importación que, junto con unos precios más altos del petróleo, conllevó el primer incremento de los precios medios de
compras en un año, mientras los precios cobrados cayeron de nuevo, aunque en la menor medida de los últimos once meses.
Una lectura superior a 50 puntos implica expansión de la actividad en el sector, mientras que un resultado de la encuesta PMI inferior a este umbral representa un retroceso de la actividad.