"Los mayores contribuyentes al alza de la tasa fueron los combustibles para automóviles y en menor medida los alimentos, las bebidas alcohólicas y la ropa", destacó la oficina estadística británica.
En concreto, los combustibles y lubricantes bajaron un 2,6%, frente a la caída del 6,8% de hace un año, con un descenso del 1,9% de la gasolina, frente a la caída del 7,3% del año pasado.
Por su parte, el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas bajó un 0,6% en enero, frente al descenso del 1% del año anterior. En el caso de las bebidas alcohólicas y el tabaco, los precios aumentaron un 5,2% en enero, frente al alza del 3,2% registrada un año antes.