Invertir de forma responsable es más rentable

Tressis 19/07/2018 11:31

Cada vez más habitual invertir en proyectos positivos, transparentes, con prácticas sostenibles y con una conciencia social. Y es que, cuando una persona opta por invertir en un proyecto, de algún modo, pasa a formar parte de él, y te va a reconfortar mucho más saber que está impulsando una iniciativa que apuesta por un desarrollo limpio y responsable.

De los primeros en darse cuenta fueron los cuáqueros (una comunidad religiosa de gran influencia fundada en Inglaterra, que sigue muy presente en América). Ellos se propusieron no obtener nunca ningún beneficio financiero derivado de la esclavitud. Ya en el siglo XX, en 1971, se creó el Pax Fund, un fondo diseñado para un grupo de inversores que no quería invertir en ninguna compañía que estuviera relacionada de forma directa o indirecta con la guerra de Vietnam. Y luego llegaron varias catástrofes medioambientales (Chernobyl, Exxon Valdez) y poco a poco se fue creando una conciencia medioambiental que no ha hecho más que aumentar.

Si los primeros fondos socialmente responsables se limitaban a excluir determinados tipos de compañías, como las relacionadas con el tabaco, alcohol, las armas o el juego, o las que generan energía con un gran coste medioambiental, hoy la inversión socialmente responsable (ISR), es algo completamente distinto.

Lo que busca la ISR ahora es tener la información más completa posible sobre las compañías que forman parte de una cartera. Se trata de contar, no solo con los datos financieros, sino también con indicadores extra financieros, relativos al cumplimiento de criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (criterios ASG).

¿Y por qué? Pues porque el incumplimiento de esos criterios puede tener claras repercusiones en la evolución del valor en cuestión. Y si no, mira los gráficos de las cotizaciones de BP tras los vertidos en el Golfo de México, de Volkswagen tras el asunto de los catalizadores, de varias compañías textiles tras el incendio de los talleres en Bangladesh o, más recientemente, de Facebook tras el escándalo de Cambridge Analytics. Invertir de forma responsable es sobre todo, una forma de controlar mejor el riesgo global que toda inversión supone.

Pero no solo eso. A través de la ISR se puede tener acceso a muchas oportunidades y participar en algunas de las tendencias que mueven y van a mover los mercados y la economía. Las más evidentes suelen estar relacionadas con la lucha contra el cambio climático. El acuerdo de la COP 21 alcanzado en diciembre de 2015 en París, tiene por objetivo limitar el aumento de la temperatura del planeta a dos grados centígrados respecto a la temperatura de la era preindustrial de aquí a finales de siglo. Este acuerdo ha abierto la puerta a la llamada “economía de transición energética”, una economía descarbonizada que plantea al sector financiero enormes oportunidades en el campo de la financiación. Energías más limpias, uso más eficiente de los recursos, digitalización, tecnologías de desmaterialización de la economía, son solo algunas de las tendencias que ofrecen claras oportunidades de inversión.

Para reconocer aquellas que cumplen con los criterios ASG es recomendable contar con un asesor financiero que estudie las diferentes opciones y sea capaz de detallar las características de cada una de las empresas que suponen una oportunidad de inversión.

En Tressis, llevamos años asesorando a nuestros clientes y ofreciéndoles un trato personalizado para que sus inversiones se adapten a sus deseos y necesidades, eligiendo proyectos que aporten seguridad económica.

La ISR le ofrece un mejor control de riesgos, una gran variedad de oportunidades de inversión y un rendimiento financiero pero también extra financiero. La ISR es más rentable.