La expansión de la tercera mayor economía de la zona euro se verá impulsada por la demanda doméstica, que crecerá un 1,3%, mientras que la demanda exterior retrocederá un 0,1%.
En este sentido, las exportaciones crecerán un 1,7%, muy por debajo del incremento del 2,3% de las importaciones.
A pesar del menor vigor de la recuperación prevista por Istat para la economía italiana, el instituto estadístico espera que la tasa de paro baje al 11,3% desde el 11,9% del año pasado.
"Después de la prolongada ralentización experimentada desde finales de la crisis financiera, se espera que aumente en 2016 el proceso de acumulación de capitales", explicó Istat, que ha tenido en cuenta las condiciones más favorables de crédito gracias a la intervención del BCE.