Por el contrario, los inversores y consumidores más interesados son los que tienen un mayor nivel de renta, las nuevas parejas y los mayores en edad. Además, este grupo es el que mejor conoce cómo conseguir información relevante para tomar sus decisiones financieras así como el que mejor asesoramiento recibe. En este sentido, existe una alta correlación entre la cultura financiera y el estatus socio-económico de los encuestados.
El estudio constata las dificultades que tienen la mayor parte de los ciudadanos para gestionar su situación financiera y evaluar los riesgos que asumen. Asimismo, resalta una la falta de planificación con suficiente antelación generalizada.
Además, los usuarios europeos coinciden al opinar que la información en materia de finanzas es difícil de encontrar y de entender. BRG