De este modo, la deuda soberana brasileña recibe una calificación equivalente a 'bono basura' por parte de las tres principales agencias de calificación, con un rating 'BB/negativa' por parte de S&P y una calificación 'BB+/negativa' en el caso de Fitch.
"Los parámetros crediticios de Brasil se han deteriorado materialmente desde agosto de 2015. Un deterioro que está previsto que continúe los tres próximos años, dada la escala del 'shock' para la economía brasileña, la falta de progresos por parte del Gobierno en cumplir sus objetivos de reformas económicas y fiscales, así como por las dinámicas políticas esperadas en ese periodo", explicó la agencia.
En este sentido, Moody's prevé que la deuda de Brasil supere el 80% del PIB antes de estabilizarse, mientras que el crecimiento de la economía registrará una media del -0,5% entre 2016 y 2018.
Por otro lado, la agencia señala que la perspectiva 'negativa' asignada refleja su opinión de que los progresos en la consolidación fiscal serán lentos y el crecimiento de la economía "anémico" durante los dos o tres próximos años.