En este sentido, la agencia advierte de que aunque el Gobierno francés "ha reorientado su estrategia fiscal" de maneras ampliamente positivas para la competitividad del país, la implementación del programa conlleva riesgos por su escala sin precedentes, el hecho de que aún no se hayan definido muchas medidas y el difícil entorno político, así como por el débil crecimiento.
"Como resultado, mientras el déficit continuará su tendencia a la baja, el país probablemente incumplirá sus objetivos fiscales en 2014 y 2015", pronostica la calificadora de riesgos.
Así, Moody's apunta que "resultaría positivo para el perfil de crédito" de Francia si el Gobierno galo logra llevar a cabo el ajuste de 18.000 millones de euros previsto para este año y de 50.000 millones entre 2015 y 2017.
Sin embargo, la agencia señala que la debilidad de las perspectivas económicas complica la ejecución del programa. De hecho, Moody's ha revisado a la baja sus propias proyecciones y ahora espera que el PIB galo crezca un 0,6% este año, frente al 1% anteriormente previsto, y un 1,3% en 2015, dos décimas menos que su anterior previsión.