No obstante, la producción cayó un 7,4 % en dicho periodo por el impacto del conflicto de Libia, así como por la moratoria en Estados Unidos por el vertido del Golfo de México y los trabajos de mantenimiento en Trinidad y Tobago.
Junto a las subidas de los precios del crudo y del gas, tiraron de los beneficios de la petrolera, que superaron las previsiones del mercado, los negocios de gas natural licuado (GNL) y el químico.
Sin tener en cuenta los extraordinarios vinculados a provisiones, el beneficio neto recurrente subiría un 23,4 %.
El resultado de explotación del grupo hasta marzo aumentó un 4,7 %, hasta alcanzar los 1.611 millones; mientras que el EBITDA fue de 2.518 millones.
Por negocios, el resultado de explotación de Upstream (exploración y producción) aumentó un 13,4 %, con 490 millones, pese al descenso de la producción debido a los conflictos en Libia.
En la conferencia de analistas, los directivos de Repsol señalaron que la situación en Libia es "incierta" e indicaron que las instalaciones de la compañía no se han visto afectadas y que la actividad se reanudará en cuanto sea posible.
La petrolera, que mantiene sus objetivos de incrementar entre un 3 % y un 4 % anual su producción en el periodo 2011-2015, elevó un 4,2 % las ventas de productos petrolíferos.
En el negocio de gas natural licuado, el resultado de explotación se triplicó, hasta los 115 millones; mientras que en Downstream (Refino, Mercadotecnia, GLP, Química y otros) el resultado creció un 14,1 %, hasta los 445 millones.
Frente a estas mejoras, la petrolera reflejó en sus cuentas descensos en los resultados de explotación de sus participadas: la argentina YPF y Gas Natural.
En YPF, el primer trimestre se cerró con un resultado de explotación de 383 millones, un 6,8 % menos, por la caída de la producción con motivo de las huelgas y el incremento de los costes.
En cuanto a Gas Natural Fenosa, el resultado de explotación cayó un 3,5 % tras las desinversiones realizadas por el grupo.
La deuda financiera neta de Repsol, excluyendo Gas Natural Fenosa, se situó en 2.180 millones al final del trimestre.
Las inversiones en el periodo ascendieron a 1.107 millones, un 43 % más que en el mismo período de 2010.
Asimismo, subrayó sus avances en su desinversión parcial en YPF, con el objetivo de situar su peso en el 51 %, y mantener una posición sólida en su participada argentina.
Durante la conferencia de analistas, Repsol avanzó que la semana que viene ingresarán los 1.304 millones de dólares correspondientes a la opción de compra que Eskenazi, propietario del grupo Petersen, ejercitó la semana pasada por un 10 % adicional de YPF.
La petrolera tiene previsto, si las condiciones de mercado lo permiten, colocar entre inversores minoritarios argentinos hasta otro 3 % del capital de YPF antes de agosto.
Tal y cómo señaló el director general de operaciones de Repsol, Miguel Martínez, una vez reducido el peso en YPF, la petrolera estudia pequeñas adquisiciones en países miembros de la OCDE, así como incrementar el dividendo en torno a un 10 % anual durante los próximos tres años si la situación del mercado lo permite.
Los títulos cotizados de la compañía cerraron con una caída del 0,78 %, hasta los 22,905 euros por acción.