La facturación de la petrolera estadounidense en su último ejercicio fiscal alcanzó los 438.255 millones de dólares (322.980 millones de euros), un 8,8% menos en comparación con los 480.681 millones de dólares (354.246 millones de euros) que ingresó en el año anterior.
En el último trimestre del año, el beneficio de Exxon Mobil cayó hasta los 8.350 millones de dólares (6.153 millones de euros), un retroceso del 16% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior, mientras que la facturación descendió un 3,3%, hasta los 110.860 millones de dólares (81.697 millones de euros).
El presidente de Exxon Mobil, Rex W. Tillerson, destacó que los resultados de su compañía han sido "sólidos", ya que la multinacional se ha centrado en "mejorar la rentabilidad y otorgar mayor valor a sus accionistas en el largo plazo".
"El uso disciplinado del capital, la ejecución de proyectos y la gestión de activos, están posicionando a la compañía para poder ofrecer un mejor rendimiento financiero que sea sostenible a través del ciclo de los negocios", ha explicado Tillerson.
Por último, el máximo responsable de la compañía ha adelantado que durante los próximos dos años ExxonMobil pondrá en marcha "numerosos proyectos importantes con la entrega de nuevos suministros de petróleo y gas natural", mientras que espera el "fortalecimiento" de sus negocios de refino y químico.