La moneda única se cambiaba hoy hacia las 16.00 horas GMT a 1,2770 dólares, frente a los 1,2845 dólares de ayer por la tarde.
La incertidumbre y el temor a que la economía estadounidense caiga en una doble recesión y sus consecuencias negativas para el crecimiento global han reducido la tolerancia al riesgo entre los inversores, que se han desprendido de activos de riesgo y han buscado el dólar como refugio seguro.
El viernes de la semana pasada el euro superaba los 1,33 dólares, el valor máximo desde hace tres meses, tras conocerse que la economía estadounidense perdió unos 131.000 puestos de trabajo en julio, frente al mes anterior.
El euro se ha depreciado alrededor de un 4 por ciento esta semana frente al billete verde.
El analista de divisas de Commerzbank Ulrich Leuchtmann dijo a EFE que esta semana se ha producido un cambio de tendencia en la cotización del par euro-dólar y no sólo una pequeña corrección.
Este cambio de tendencia rompe la apreciación que se había iniciado a comienzos de junio.
Desde el 8 de junio, cuando el euro alcanzó su mínimo anual comparado con el dólar en 1,1942 dólares, la divisa europea se ha apreciado ahora un 7,2 por ciento. El pasado viernes -a un cambio por encima de 1,33 dólares- la apreciación llegaba al 11,6 por ciento.
Leuchtmann considera que desde diciembre de 2009 hasta mayo de este año hubo muchos especuladores en el mercado de divisas que tomaron posiciones cortas (short positions) y marcaron la depreciación del euro pero ahora su presencia es neutral.
La semana comenzaba con recogida de beneficios y cautela en los mercados de divisas a la espera de la reunión de la Reserva Federal estadounidense (Fed) pero el euro defendió el lunes el nivel de los 1,33 dólares.
A partir del martes la incertidumbre respecto a la recuperación económica global y de la zona del euro comenzó a arrastrar a la baja al euro.
Cifras decepcionantes en China, como las importaciones, y en EEUU, como la caída de la productividad, intensificaron los temores de los inversores.
La productividad de EEUU bajó un 0,9 por ciento entre abril y junio, respecto al primer trimestre.
El cauteloso comunicado de la Fed respecto a la coyuntura de EEUU siguió lastrando al euro.
La Fed dijo que "el ritmo de recuperación de la producción y del empleo se ha ralentizado en meses recientes", se mostró preocupada respecto a las perspectivas económicas y dejó entrever que los tipos de interés se situarán a un nivel extraordinariamente bajo en torno al 0 por ciento "durante un periodo prolongado".
La preocupación por el endeudamiento público de Europa también contribuyó esta semana a la pérdida de valor del euro.
Los diferenciales de la rentabilidad de los bonos de Grecia, Irlanda, España y Portugal se dispararon esta semana respecto al bono alemán, al igual que subieron con fuerza los seguros de impago de esta deuda.
El crecimiento de Alemania en el segundo trimestre impulsó al euro por encima de 1,29 dólares en la sesión matinal del viernes pero sólo temporalmente.
El producto interior bruto alemán (PIB) creció un 2,2 por ciento en el segundo trimestre de 2010 respecto al primero la Oficina Federal de Estadística subrayó que un crecimiento de esas dimensiones "no se había dado nunca hasta ahora" desde la reunificación de Alemania en 1990.
Algunos expertos consideran que el euro va a depreciarse más a medio plazo ya que la recuperación de la zona del euro va por detrás de la estadounidense, lo que hará que la Fed suba los tipos de interés antes que el BCE.
Los expertos del Deutsche Bank prevén que el euro se cambiará a 1,25 dólares dentro de tres meses y a 1,30 dólares dentro de seis meses.