La planta de Airbus en Puerto Real: un futuro en el aire


Los trabajadores de Airbus mantendrán movilizaciones todos los días en defensa de la planta
Más de 1.500 familias dependen del futuro de esta planta
Entre la desaparecida Delphi y Airbus Puerto Real, hay poco mas de dos kilómetros. Entre la movilización que levantó en 2007 a toda la bahía de Cádiz y las que comienzan a levantarla de nuevo, poco más de catorce años. Entonces el cierre de la multinacional de automoción dejó en al calle a 1.900 trabajadores. La historia, en Puerto Real, parece querer repetirse.
“Puede pasar lo de Delphi, ¿por qué no?”, responde serio Tomás Nuñez, que acampa junto a otros miembros de su sindicato, CGT, a las puertas de la factoría. “Airbus se ha convertido en una multinacional privada que cotiza en bolsa. Sin embargo España mantiene un cuatro por ciento en la empresa, y los franceses y alemanes un once. Por ahí, por ese capital público es por donde podemos tener la esperanza de que no pase”.
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"Puerto Real no puede permitirse una nueva deslocalización de la Industria"
Tomás desayuna junto a otros compañeros, junto a las tiendas que plantaron el miércoles pasado, que se llevó el levante el sábado, y que este lunes puede que aneguen las tormentas. Les da igual. Los trabajadores se turnan para impedir que las turbulencias que atraviesa el sector aeronáutico se lleve por delante 300 puestos de trabajo directos.

“Airbús tiene en estos momentos una cartera de pedidos en torno a 7.400 aviones que fabricar. Hay trabajo para 25 o 30 años”, explica Juan Antonio Guerrero, de CGT. “Lo único que hace falta es pasar este bache creado por la pandemia, que ha hecho que muchas compañías aplacen esos pedidos, porque luego esos aviones habrá que fabricarlos. Si cierran la planta en este momento, esa carga de trabajo iría luego a otros sitios”.
La empresa, tras los rumores de cierre o venta, mantiene, dicen los sindicatos, su disposición a seguir negociando el futuro de la planta. Un futuro que para los trabajadores sólo puede estar en que la factoría siga abierta. Por ellos, pero también por la industria auxiliar que depende de ellos.

"La industria auxiliar también está volcada con que la planta de Puerto Real no se cierre", cuenta Sergio García, que comparte con los trabajadores de Airbus el desayuno. "Al igual que los compañeros de Airbus, el sustento de nuestras casas depende de esta factoría".
Y es que en total hablamos de más de 1.500 familias, Ni Puerto Real, ni la bahía de Cádiz pueden permitirse ese cierre.
"Puerto Real no puede permitirse una nueva deslocalización de la industria", señala la alcaldesa de la localidad, Elena Amaya. "Airbus no sólo da trabajo a su plantilla. Hay muchos empleos indirectos. Puerto Real, como referente industrial que es, no puede permitirse el desmantelamiento de un planta del sector aeroespacial".

Asi que hoy. Como todos los lunes, miércoles y viernes, a partir de ahora, toca concentración ante las puertas de la empresa. Martes y jueves harán una hora de huelga. Los rostros, como la situación, son serios.
"Al igual que los compañeros de Airbus, el sustento de nuestras casas depende de esta factoría".
"Si la dirección de la compañía no mueve ficha, que nadie dude que intensificaremos las acciones", advierte el presidente del comité de empresa, Juan Trujillo. "Entre todos hay que alcanzar el mantenimiento de todas las plantas de Airbus y su empleo, para que una vez superemos la pandemia volvamos a hacer frente al reto de hacer entrega a los más de 7.000 aviones que hay en cartera".

Toca mirar al cielo. Si se ven aviones, habrá trabajo en tierra. Se trata de que en la Bahía no vuelva a desaparecer ninguna empresa, de que catorce años después la historia no se repita.
"La historia de Delphi se me pasa por la cabeza constantemente", reconoce la alcaldesa de Puerto Real "No queremos que vuelva a pasar lo que ya paso una vez, y que todavía está pasando factura a muchos vecinos y vecinas de Puerto Real".