Además, la comisión ha votado las 574 enmiendas parciales presentadas por los grupos parlamentarios, de las que sólo se han aprobado 11 de las 12 modificaciones presentadas por el PP, que ha recibido el apoyo de UPN. Asimismo, se han introducido otras dos correcciones de carácter técnico que se han introducido a última hora.
Estas enmiendas se incluyen así en el dictamen de la reforma laboral trasladado por el Congreso de los Diputados, que también ha sido aprobado con 18 votos favorables, los 16 votos del Grupo Popular y dos de CiU y UPN.
Entre las enmiendas introducidas por el PP se encuentran la que dispone que el personal laboral fijo de la Administración que haya aprobado un proceso selectivo tendrá prioridad de permanencia en los procedimientos de despidos por causas técnicas, organizativas o de producción.
Al respecto, la portavoz del PP en la Comisión de Empleo, Araceli Peris, ha señalado que la enmienda recoge en "esencia" del sindicato de funcionarios CSI-F, pese a que la organización ha señalado que no la acepta.
Por su parte, el portavoz del PSOE, Francisco Martínez-Aldama, indicó durante el debate que "los funcionarios lo que quieren es que no haya despido", por lo que consideró que la enmienda "es un brindis al sol que no interesa ni a los afectados".
Asimismo, el PP ha introducido una disposición adicional nueva que afecta a la reforma de las pensiones de 2011. Así, tanto en el caso de las pensiones de incapacidad permanente como de jubilación, a la hora de calcular la base reguladora de estas prestaciones cuando haya lagunas de cotización, la primeras 48 mensualidades se integrarán con la base mínima de entre todas las existentes en cada momento, y el resto de mensualidades con el 50% de dicha base mínima.
Con esta enmienda, los 'populares' pretenden que deje de ser más rentable presentar lagunas de cotización en estos casos que incorporar periodos ya cotizados, pues lo contrario supone introducir "elementos distorsionantes" en el sistema.
La enmienda que ha quedado fuera de las presentadas por el PP ha sido la referida al alargamiento de la vida laboral de ciertos mandos de la Guardia Civil, que ha sido finalmente retirada al considerarse que debía abordarse en otro ámbito.
SE SEGUIRÁ DEBATIENDO EN PLENO.
Las fuerzas políticas que han visto rechazados sus vetos y enmiendas disponen de un plazo de 24 horas para presentar sus votos particulares, al objeto de que vuelvan a debatirse y votarse durante el debate en Pleno el próximo 21 de junio. Además, al haber recibido nuevas enmiendas, la reforma laboral deberá volver al Congreso de los Diputados.
Tras la votación, la portavoz del PP en la Comisión de Empleo, Araceli Peris, ha valorado el apoyo de los Grupos que han votado a favor del dictamen. Además, el Grupo Popular asegura que sigue abierto a debatir las enmiendas que han quedado vivas de cara al Pleno.
Durante el debate de los vetos -el debate de enmiendas parciales se desarrollará en el Pleno-- las principales críticas a la reforma laboral fueron las vertidas por el senador socialista Francisco Martínez-Aldama, quien expresó "el más rotundo rechazo" al texto, porque, en su opinión, "dinamita" las relaciones laborales, "va a acentuar la situación económica" y "no va a crear un sólo empleo en toda la legislatura".
Asimismo, pidió al Gobierno que "no saque pecho" por la firma de 30.000 contratos de emprendedores, que calificó de "inmoralidad", cuando se han destruido 350.000 empleos desde la aplicación de la reforma laboral.
Por otro lado, en declaraciones a los medios criticó "el rodillo" del PP y su "falta de sensibilidad" frente a los trabajadores. "El PP debería escuchar a la oposición porque los peores pronósticos (en el mercado laboral) se están cumpliendo". Dicho esto, el senador socialista mostró su "esperanza" de poder influir en la reforma en durante el trámite pendiente y aseguró que "batallará hasta el final".
En su turno de réplica, la senadora del PP defendió que " es precipitado dar datos" sobre el resultado de la reforma laboral, pero aseguró que gracias al decreto aprobado en febrero "se está conteniendo la destrucción de empleo respecto a la que se produjo en la anterior fase recesiva de 2009, y está aumentando la afiliación, entre otros efectos.
Por su parte, el senador de ICV Jordi Guillot mostró su "oposición frontal" a la reforma laboral porque en los primeros meses de aplicación "ha sido útil, pero para los empresarios", mientras que "ha sido letal para los trabajadores", ya que permite despidos más baratos, bajadas de salarios y "doblega la capacidad de intermediación de los sindicatos".