La fuerte caída en el precio del índice del azúcar, que alcanzó su nivel más bajo desde febrero de 2009, junto con el descenso de los precios de los aceites vegetales, cereales y carne, compensó con creces el aumento de los precios de los productos lácteos y contribuyó a la caída del índice general.
En concreto, los precios del azúcar cayeron un 9,2% en marzo respecto al mes anterior, debido principalmente a las mejores perspectivas de los cultivos, pero también al continuo debilitamiento de la moneda brasileña frente al dólar estadounidense, que impulsa las exportaciones.
Por su parte, los precios de los cereales descendieron un 1,1% en marzo y un 18,7% en tasa interanual, como consecuencia de la gran cantidad de suministros de exportación y el aumento de los inventarios, en particular de trigo y maíz.
El precio de los aceites vegetales cayeron un 3,1%, marcando su nivel más bajo desde septiembre de 2009, mientras que los precios de la carne bajaron un 1%. En cambio, el precio de los productos lácteos aumentó en marzo por segundo mes consecutivo, con un incremento del 1,7% respecto al mes anterior.
El índice de precios de los alimentos de la FAO es un índice ponderado en base a los intercambios comerciales que hace el seguimiento de los cinco principales grupos de productos de alimentos básicos en los mercados internacionales: cereales, carne, productos lácteos, aceites vegetales y azúcar.
MENOS PRODUCCIÓN DE TRIGO.
Por otro lado, de cara a la temporada de este año, la FAO espera que la producción mundial de trigo alcance los 722 millones de toneladas, cerca del 1% por debajo de la estimación actual para 2014, debido principalmente a la reducción de las siembras en la UE. A la vez, espera que China, la India y Pakistán tengan una cosecha cercana a los niveles récord de 2014, mientras que la producción se prevé que disminuya en la Federación de Rusia y Ucrania.
De su lado, las perspectivas de producción de arroz para 2015 son en general positivas en los países del hemisferio sur, con aumentos importantes previstos en Indonesia y Sri Lanka en Asia, y Colombia y Paraguay en América del Sur. En Australia, se prevé oficialmente que la producción caiga un 18%, lo que refleja una persistente escasez de agua de riego.