Los republicanos frenan la reforma financiera en Estados Unidos

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 27/04/2010 05:18

Al final, de los 41 republicanos en la Cámara Alta, 39 votaron en contra y dos se abstuvieron de sufragar.

El senador demócrata Ben Nelson votó en contra de la medida y el propio líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, cambió su voto de "sí" a "no" como parte de una estrategia a futuro en el complicado entramado legislativo estadounidense. Reid lo hizo porque, viendo la batalla perdida por ahora, prefirió centrarse en continuar impulsando un acuerdo bipartidista sobre la reforma.

"Al senador Reid no le quedaban opciones. Bajo los reglamentos del Senado, si votaba a favor de la moción en ese escenario de votos, el proyecto de ley moría totalmente y él no hubiera podido someterla a otra votación", explicó a Efe José Parra, portavoz de Reid.

"Esto ahora le deja la puerta abierta para presentar otra moción para abrir el debate", agregó Parra.

Reid dejó en claro que continuará negociando con los republicanos e intentarán realizar más votos esta semana para que la medida sea debatida en el pleno de la Cámara Alta. Ese segundo voto de procedimiento podría realizarse mañana mismo.

La legislación que salga del Senado tendrá que ser armonizada con la que aprobó en diciembre pasado la Cámara de Representantes para su votación definitiva por el Congreso, probablemente a mediados del año.

Obama, "profundamente decepcionado"

En un comunicado, el presidente Barack Obama dijo estar "profundamente decepcionado" de que los republicanos bloquearan el debate sobre la reforma de Wall Street.

"Algunos de estos senadores quizá creen que esta obstrucción es una buena estrategia política, y otros podrían ver esta demora como una oportunidad para realizar este debate a puerta cerrada, donde los cabilderos del sector financiero puedan diluir la reforma o eliminarla por completo", advirtió Obama.

Agregó que la reforma es necesaria porque la falta de rendición de cuentas en Wall Street casi puso de rodillas a la economía, e instó al Senado a que "anteponga los intereses del país a los de su partido".

Entre otras cosas, la propuesta que promueven los demócratas establece un mecanismo para la liquidación "ordenada" de grandes empresas que supongan un riesgo para la economía; ejerce una mayor supervisión federal del mercado de derivados, cuyo valor se calcula en 450 billones de dólares, y crea una agencia de protección de los consumidores. EPF