Sáenz de Santamaría dice que el Consejo Europeo decidirá esta semana "el bienestar de millones de europeos"

EUROPA PRESS 27/06/2012 13:27

La vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, reconoce que el Consejo Europeo, que se celebrará el 28 y 29 de junio, va a ser "clave para el futuro histórico de Europa" porque se va a "decidir políticamente" el "destino" de la Unión Europea y lo que, a su juicio, es "más importante" el "bienestar de millones de europeos".

Durante la inauguración este miércoles en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) del 'Encuentro Santander-América Latina. El papel de América Latina en el nuevo escenario económico mundial', Sáenz de Santamaría ha señalado que, en la actual situación de la zona euro, exige "liderazgo político" por parte de los dirigentes de los países miembros que, según ha dicho, debe transmitir a los ciudadanos que los beneficios que, hasta ahora, ha comportado la moneda única, "obligan ahora" a "mayores cesiones" en el ámbito de soberanía de cada Estado "en refuerzo de todos".

"Cuando la UE ha creído en sí misma y ha crecido como Unión, todos hemos resultado beneficiados", ha subrayado la vicepresidenta del Gobierno, quien ha defendido que Europa "tiene que avanzar" hacia una "mayor integración" de sus políticas fiscales y financieras.

En este sentido, ha abogado por una "mayor unidad fiscal" y una política impositiva "mucho más común" y hacia un control de las finanzas por parte de instituciones superiores que ayuden a que existan "muchas menos diferencias".

Además, y como la "otra cara de la moneda de la unión monetaria", ha subrayado la necesidad de avanzar hacia una unión bancaria, que permita mejores instrumentos de regulación y de supervisión comunes; la posibilidad de contar con instrumentos como el Fondo de Garantía de Depósitos y de trabajar en mecanismos de recapitalización de entidades financieras que puedan tener "problemas en el futuro".

Por otra parte, ha señalado que otra tarea es trabajar "a medio y largo plazo" en mecanismos que separen "los riesgos" del sector bancario de aquellos que afectan a la deuda soberana y que impidan la contaminación.