El que fuera director de la Oficina Económica del Gobierno subrayó la necesidad de poner en marcha un "plan ambicioso" de inversión en infraestructuras, que podría contar con un presupuesto de entre 5.300 y 10.600 millones de euros, teniendo en cuenta que el PIB a cierre de 2008 se elevó hasta 1,06 billones de euros.
Este plan forma parte de las propuestas que Seopan prepara para presentar al Gobierno, tal y como afirmó Taguas en declaraciones a los medios tras suscribir un convenio sobre seguridad y salud laboral con las federaciones estatales de construcción de CCOO y UGT.
El presidente de la patronal manifestó la urgencia de impulsar la inversión pública, aunque no totalmente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, sino que abogó por utilizar la financiación privada, "una vez se abran los mercados financieros internacionales".
Añadió que este plan sería la medida "óptima" para sentar las bases de crecimiento de un nuevo ciclo, ya que ayudaría a mejorar la productividad y la renta per cápita en el medio y largo plazo y aportaría un carácter estabilizador, ya que mitigaría la caída de la demanda agregada.
En cuanto al acuerdo firmado hoy, Taguas explicó que complementa y desarrolla las normas existentes en materia de construcción y que cuenta con una duración de tres años (hasta diciembre de 2011) con prórrogas automáticas.
Aseguró que el acuerdo, que podrá adaptarse a los cambios legislativos del futuro, supone un "claro referente" en las relaciones laborales en España y trabajará en la puesta en marcha de cursos y acciones formativas y en la prevención de riesgos en el ámbito académico.
El secretario general de FECOMA-CCOO, Fernando Serrano, aseguró que este acuerdo plasma las acciones que ya se venían realizando en las empresas de construcción y que servirá para explorar nuevas áreas donde se estaban produciendo "insuficiencias" en materia de prevención.
Por su parte, secretario general de MCA-UGT, Manuel Fernández "Lito", recordó que el plan llega en un momento "delicado" para la construcción, lo que denota la "buena sintonía" entre patronal y sindicatos, y que contribuye a la dignificación del sector "del ladrillo" que sufre de "mala imagen".