El fabricante japonés de dispositivos electrónicos Sony prevé cerrar su ejercicio fiscal, que concluye el próximo 31 de marzo, con pérdidas de 90.000 millones de yenes (837 millones de euros), frente a la anterior expectativa de un beneficio neto anual de 60.000 millones de yenes (560 millones de euros), lo que supondría el cuarto año fiscal consecutivo en negativo para la empresa.
En concreto, entre julio y septiembre la multinacional nipona sufrió pérdidas por importe de 27.000 millones de yenes (251 millones de euros), en contraste con las ganancias de 31.100 millones de yenes (293 millones de euros) del mismo periodo del ejercicio anterior.
La facturación de Sony alcanzó los 1,57 billones de yenes (14.589 millones de euros), lo que supone un retroceso interanual del 9,1%, lastrada por la fortaleza del yen en los mercados y la caída de las ventas del negocio de televisores LCD.
De este modo, en los seis primeros meses del ejercicio la multinacional registró pérdidas netas de 42.500 millones de yenes (400 millones de euros), frente a las ganancias de 56.900 millones de yenes del año anterior (536 millones de euros).