Concretamente, esta programación es la que realizan las autoridades competentes del control oficial de calidad alimentaria y defensa contra fraudes para establecer sus inspecciones de cara a 2016.
En ella, se incluyen objetivos, ámbitos de aplicación, criterios empleados para su elaboración y número de inspecciones programadas en cada materia de este programa.
Para el conjunto de 2016, se han programado un total de 5.884 controles en España, lo que supone un incremento interanual del 6% en comparación con 2015, "debido a la creciente importancia de la defensa de la calidad y el control del fraude alimentario a todos los niveles".
Por sectores, destacan aquellos cuyas producciones tienen más relevancia para España como son los vinos, los derivados cárnicos, los aceites vegetales comestibles y los productos lácteos.