A pesar de haber reducido sus pérdidas en un 43,3% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, hasta los 91 millones de euros, la filial alemana de Telefónica ha reducido sus ventas un 4,7%, hasta los 1.771 millones de euros.
En concreto, los ingresos móviles han alcanzado los 1.292 millones de euros, un 3,3% menos, mientras que la venta de terminales ha generado 252 millones de euros, un 5,4% menos.
Además, su resultado bruto de explotación (Oibda) se ha mantenido en 401 millones de euros, aunque recoge un gasto de reestructuración de 11 millones de euros que lo sitúa en 390 millones de euros.
Estos resultados, que no han alcanzado las expectativas de los analistas, están afectados por la limitación de la Comisión Europea el 30 de abril de 2016 al recargo por 'roaming', un tope que Bruselas introdujo como primer paso en la transición hacia la eliminación definitiva de este sobrecoste en junio de 2017.
Así, esta medida contrarrestó un mayor uso de los datos móviles por parte de sus clientes y los beneficios generados tras la adquisición del operador de telecomunicaciones E-Plus.