El Gobierno, asimismo, corrigió sus cifras correspondientes a junio y señaló que el aumento de las ventas ese mes fue del 12,1 por ciento en lugar del 23,6 por ciento calculado inicialmente.
El informe del Gobierno agrega pesimismo al mercado de la vivienda: ayer la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces indicó que en julio el ritmo de ventas de casas usadas disminuyó un 27,2 por ciento en julio, la mayor caída mensual registrada.
En cuanto a las casas nuevas el ritmo de ventas está ahora un 32,4 por ciento por debajo del de hace un año.
El suministro de casas nuevas en el mercado subió de ocho meses al ritmo de ventas en junio a 9,1 meses al ritmo de venta de julio.
El precio medio de la casa nueva se ubicó en julio en 204.000 dólares, un 4,8 por ciento menos que en julio de 2009, indica el informe del Gobierno.
Los datos muestran que, a pesar de la caída de los precios y la oferta de tasas de interés hipotecario muy bajas, el negocio inmobiliario está sufriendo una nueva recaída.
La economía de Estados Unidos ha perdido más de ocho millones de empleos desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, y aunque retornó al crecimiento desde mediados de 2009 se mantiene un índice de desempleo del 9,5 por ciento.