Ese índice bursátil restó 100,28 puntos y quedó en 7.365,67 unidades, lo que representa una pérdida acumulada del 6,2% en la semana.
El mercado Nasdaq retrocedió el 0,11% (-1,59 puntos), hasta los 1.441,23 enteros, y el selectivo S&P 500 perdió el 1,14% (-8,89 puntos) para finalizar en 770,05 unidades.
La bolsa de Wall Street vivió una jornada de notable nerviosismo, auspiciado por la fuerte depreciación de las acciones de algunos de los mayores bancos estadounidenses, en particular de Citigroup y Bank of America, debido a un creciente temor a una posible nacionalización de ambas entidades.
La fuerte caída en los principales indicadores bursátiles se frenó algo una vez superada la media sesión y después de que el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, asegurase que el Gobierno "sigue creyendo de manera firme que un sistema bancario en manos privadas es el correcto".
El alivio que suscitó esa declaración no fue suficiente, sin embargo, para impedir que las acciones de Citigroup se depreciasen hoy un 22,3% y cerrasen a 1,95 dólares, lo que situó al banco a la cabeza de las empresas del Dow Jones que cerraron en negativo.
Los títulos de Bank of America, en cambio, recuperaron gran parte del terreno que perdían durante la sesión y cerraron con un descenso del 3,5%, a 3,79 dólares, después de haber caído más de un 24% en algunos momentos de la jornada.
Noticias de que el fiscal de Nueva York, Andrew Cuomo, ha citado a declarar al consejero delegado de Bank of America, Kenneth Lewis, en el curso de una investigación sobre la compra del banco de inversión Merrill Lynch, aceleraron la venta de acciones de esa entidad, así como algunas especulaciones en torno a una posible nacionalización.
Sin embargo, Lewis afirmó en un comunicado difundido por la cadena CNBC que la entidad "sigue siendo rentable" y que no ve razones por las que una compañía en esa situación, "con sólidos niveles de capital y liquidez y que continúa concediendo préstamos activamente, debería ser considerada para una nacionalización".
Las acciones del fabricante de automóviles General Motors también tuvieron hoy una jornada desafortunada y se depreciaron un 11,5%, hasta los 1,77 dólares, después de haberse negociado por momentos por debajo de ese precio y en niveles que no registraban desde hacía mas de 70 años.
La fuerte caída ocurría el mismo día en que su filial sueca, Saab, presentaba ante un tribunal una solicitud de reestructuración y de protección ante sus acreedores, ante la falta de fondos para hacer frente a sus demandas.
La firme tendencia bajista en el mercado bursátil neoyorquino, que siguió a otros agudos descensos en los principales mercados asiáticos y europeos, llevó a algunos inversores a orientar sus fondos hacia el oro y otros valores "refugio" en momentos de turbulencias financieras.
Los contratos de oro para entrega en abril, los más negociados en la Bolsa Mercantil de Nueva York, superaron hoy de nuevo los 1.000 dólares, once meses después de haber alcanzado esa cota histórica, y finalizaron a 1.002,20 dólares la onza, un 2,6% más caros que el jueves.
Los bonos de la deuda pública a diez años subían de precio y su rentabilidad se situaba en el 2,79%.
En EE.UU. se conoció hoy también que el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió el 0,3% en enero, en línea con lo que esperaban los analistas.
Excluidos los alimentos y la energía, los precios subieron el 0,2%, según datos del Departamento de Trabajo.