Wen Jiabao reconoce dificultades de la economía y ratifica el paquete de medidas

EFE 05/03/2009 10:06

En su discurso sobre el estado de la nación, Wen reconoció estas dificultades y prometió un "significativo aumento" de la inversión estatal en 2009.

Sin embargo, no respondió a las expectativas de los analistas que esperaban un paquete adicional de estímulo, sin el que creen será difícil lograr la meta del crecimiento del 8 por ciento anual del PIB.

Pekín calcula que el 8 por ciento es el mínimo crecimiento anual para crear 9 millones de puestos de trabajo, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) no cree que China supere este año el 6,7, el índice más bajo en dos décadas.

La necesidad de "armonía" y estabilidad social durante la crisis económica y financiera centró el discurso del jefe del Ejecutivo chino, quien también abrió la puerta a un tratado de paz con Taiwán.

Wen dijo estar "preparado para crear las condiciones necesarias" que pongan fin a las hostilidades y dispuesto a "apoyar el desarrollo" de las empresas taiwanesas que operan en China.

"China reforzará la cooperación económica con Taiwán para responder colectivamente a la crisis financiera global", dijo hoy Wen, al día siguiente de que Pekín anunciase el aumento de un 15 por ciento del presupuesto militar.

Wen dejó la puerta abierta a un tratado de paz, tras el fin de las hostilidades con la llegada al poder del presidente taiwanés Ma Ying-jeou y a trabajar para "promover la reunificación pacífica de la patria".

También dijo que el gasto público de China aumentará un 54 por ciento en 2009 hasta los 132.716 millones de dólares, la mitad para infraestructuras agrícolas, ferrocarriles y programas rurales, y el resto a vivienda económica, educación, sanidad, ahorro energético, medioambiente y cultura.

El déficit alcanzará la cifra récord de 139.000 millones de dólares, incluyendo los presupuestos locales, el 3 por ciento del PIB.

Ante los 2.985 miembros del plenario de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el órgano que desde su creación en 1954 da carta de legalidad a las propuestas del Gobierno, Wen destacó que "la crisis sigue expandiéndose y aún no ha tocado fondo".

Entre aplausos, Wen intentó convencer de que el crecimiento del 8 por ciento del PIB en 2009 es factible.

"Siempre que nos apoyemos firmemente en la dirección del Partido y el pueblo, no tendremos, sin duda, dificultad insuperable, y podremos reducir al mínimo el impacto negativo de la crisis".

La tercera economía mundial sufre de lleno la crisis desde el último trimestre de 2008, que arrastró el PIB anual al 9 por ciento, frente al récord del 13 por ciento de 2007.

El cierre masivo de factorías exportadoras se tradujo en 20 millones de nuevos desempleados, a los que hay que añadir los 7,1 millones de graduados, con aumento del riesgo de revueltas sociales en un año de aniversarios peligrosos: Tíbet, Tiananmen, el Muro de la Democracia y Falun Gong.

Según datos oficiales, en 2008 se registraron más de 80.000 protestas en China.

Wen recomendó a sus cuadros "orientar a las masas para expresar sus reclamos de forma racional" y "prevenir y solucionar como es debido los incidentes de masas".

Consciente de la importancia de la correcta aplicación del paquete de estímulo por la corrupción en el PCCh (Partido Comunista de China), prometió mano dura contra los corruptos y "construir un gobierno dedicado al pueblo, pragmático, limpio y muy eficiente, del que las masas se sientan satisfechas".

En este sentido, recalcó la necesidad de avanzar en la creación de un marco legal, la transparencia y la "democracia" (modelo chino) siempre bajo el PCCh, que en octubre cumple 60 años en el poder, que denominó "política democrática socialista".

Wen insistió en que la meta es asentar el crecimiento en la demanda interna con una reducción tributaria, aumento crediticio y masivo gasto en infraestructuras, además de la recuperación de beneficios sociales gratuitos sobre todo en el campo.

La reforma de la asistencia médica y sanitaria para los próximos tres años, le costará al Gobierno 124.000 millones de dólares, destinados a "solucionar de forma efectiva el problema del acceso costoso y difícil" a este derecho básico, señaló Wen.

La reestructuración modernizará "sectores prioritarios": automoción, siderurgia, naviera, petroquímica, industria ligera, textil, metales no ferrosos, equipos industriales, electrónica e informática y logística, y se abandonará el acento en las manufacturas baratas que hicieron crecer a China.