Ocho empresas europeas de renovables piden un objetivo del 30% de energías limpias en 2030

EUROPA PRESS 13/11/2013 17:17

Además de por las dos compañías españolas, el comunicado ha sido suscrito por Vestas, Alstom, Dong Energy, EnBW, ERG y RES. La principal reclamación es la de un marco regulatorio "firme", con el "ambicioso" objetivo del 30% de renovables y un conjunto de "herramientas y metas que se refuercen mutuamente".

Las empresas recuerdan que la industria eólica representa 176.000 empleos en la Unión Europea y más de 250.000 millones de euros de facturación, y proporciona tecnologías europeas de generación limpia, equipamiento y energía en más de 70 países.

Europa, indican, tiene "necesidad de una señal clara para la inversión" que permita actuaciones a "largo plazo" y se parta de "toda la estabilidad regulatoria posible". También necesita "un marco regulatorio independiente, estable y predecible para 2030".

También piden una reducción de los riesgos y precios energéticos, y consideran que un desarrollo sostenido de las energías renovables incrementará la seguridad del suministro energético en la UE.

El establecimiento de un objetivo vinculante de desarrollo renovable minimizará la exposición de la UE a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles", lo que se convierte en un asunto "crítico", a la vista de que la dependencia energética europea en gas y petróleo se incrementará hasta más del 80% en 2035.

Junto a esto, se decantan por fijar un objetivo vinculante de desarrollo renovable para 2030 y aspirar a un "mercado justo". "A partir de 2020 varias tecnologías renovables serán capaces, de forma gradual, de poder competir sin necesidad de depender de retribuciones adicionales a las propiamente recibidas por su participación en un mercado realmente justo y que funcione correctamente", señalan.

Sobre este aspecto, considera que "las primas que actualmente reciben las tecnologías convencionales deberán ser eliminadas, y los mecanismos de fijación de precios deberán estar basados únicamente en la dinámica del mercado".

"De este modo se conseguirá un mercado justo y competitivo, abierto por igual a todas las tecnologías, y se restaurará la validez de los precios como señales para el mercado y se conseguirán los beneficios de una auténtica competencia", afirma.

En este sentido, las empresas del sector consideran que el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) debe ser revisado para que las externalidades negativas de las energías convencionales se computen en el precio de mercado, lo que permitirá que la competencia se base en los costes reales de cada tecnología.

Los ocho fabricantes piden además un "sistema energético coherente y global", que solo será posible con "un verdadero mercado único europeo energético, que debe completarse".