"Ahora hemos dado otro mes. ¡Pero si llevamos ya dos años en los que no se ha hecho nada!", exclamó Esperanza Aguirre. A su juicio, el Gobierno "está para gobernar" y, en este sentido, dijo que "no ha habido ni una sola ley" que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, haya llevado a las Cortes que "no haya gozado de acuerdo".
La jefa del Ejecutivo madrileño manifestó que "estaría bien" que tanto Gobierno como sindicatos "se pusieran de acuerdo" en materia laboral, pero sostuvo que "una reforma light" no va a hacer que el país "sea creíble". "Lo que hace falta es que el Gobierno gobierne, que proponga una reforma, que es imprescindible", apostilló.
Para la presidenta madrileña, la reforma laboral es necesaria para facilitar al contratación y "puede" que para rebajar las cotizaciones, no para bajar la indemnización por despido. "En España es dificilísimo contratar. Sólo se puede contratar por una clase de contratos que son los que aprueban los sindicatos y mientras tanto 4,6 millones de españoles están sin encontrar un empleo", argumentó.
Más tarde, cuando tocaba clausurar el congreso, se pudo escuchar este comentario de Aguirre: "Esta mañana he dicho barbaridades. He dicho que la reforma light no vale". El destinatario de la confidencia era Mariano Rajoy, líder del PP, a quien correspondía hablar en la clausura y cuyo micrófono ya había sido abierto.
No es la primera vez que la presidenta regional comete una indiscreción de este tipo. El pasado mes de febrero, en plena negociación para el reparto de puestos en el consejo de administración de Caja Madrid, otro micrófono mal cerrado permitió oirle decir a su vicepresidente, Ignacio González: "Hemos tenido la suerte de poder darle un puesto a IU quitándoselo al hijoputa".
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