Los cinco integrantes de esta organización, a quienes se acusa de los delitos de secuestro, detención ilegal, robo con violencia y lesiones, exigían como rescate joyas o dinero.
La banda solía planificar los detalles de los robos en habitaciones de hostales y hoteles, y vigilaba a sus potenciales víctimas con una furgoneta estacionada en las proximidades de las viviendas que tenían previsto asaltar.
Según informa la Guardia Civil, la desarticulación de esta red de extorsión ha sido posible gracias a unas pistas muy imprecisas recibidas por los agentes de la localidad madrileña de Arganda del Rey, que fueron alertados de que la banda tenía previsto asaltar una casa en los próximos días.
Estas informaciones hacían referencia a una vivienda con patio que colindaba con un parque, lo que llevó a la Guardia Civil y a la Policía Local de Arganda a efectuar un cribado de las casas que se correspondían con estas características.
La noche del 8 de abril, este dispositivo conjunto consiguió frustrar el robo de una casa cuando los ladrones intentaban acceder a su patio utilizando una escalera plegable, en una operación en la que también fueron detenidos los otros miembros de la banda, que supervisaban el asalto desde una furgoneta.
Los asaltantes, que habían actuado en las localidades madrileñas de Arganda del Rey, Arroyomolinos, Griñón, Pinto, Pozuelo y Valdemoro, tenían previsto iniciar una campaña de asaltos en la provincia de Málaga.