"Esta mañana, Roberta Jacobson ha tenido la oportunidad de reunirse con Alan Gross, con representantes de la Iglesia católica, grupos judíos y miembros de la sociedad civil", explicó el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Philip Crowley, en rueda de prensa.
Jacobson encabezó la delegación de EE.UU. que acudió el miércoles a La Habana a la cuarta ronda del diálogo migratorio con las autoridades cubanas, conversaciones que Crowley calificó de "productivas" y en las que, aseguró, abordaron "un amplio rango de temas de interés común", entre ellos su compromiso de promover una inmigración segura, legal y ordenada.
En esta reunión, liderada por parte cubana por el viceministro de Relaciones Exteriores, Dagoberto Rodríguez, Jacobson volvió a pedir a La Habana que libere inmediatamente a Gross, así como "a todos los demás presos políticos", señaló Crowley.
Cuba mantiene detenido al contratista de 60 años desde el 3 de diciembre de 2009.
Fue arrestado por haber distribuido tecnología a una comunidad judía en la isla, pero La Habana, que le acusa de espionaje, nunca ha presentado cargos contra él. EE.UU. ha negado reiteradamente las acusaciones del Gobierno cubano.
Crowley dijo que EE.UU. "aprecia" el hecho de que Cuba hubiera autorizado la visita porque Washington "sigue muy preocupado por la salud" de Gross y, por eso, hay un cierto sentido de "urgencia" en que La Habana lo libere cuanto antes.
Señaló que EE.UU. ha podido visitar regularmente a Gross y dijo, sin brindar detalles, que la visita de Jacobson es, de hecho, la segunda esta semana.
En cuanto a las declaraciones de funcionarios de alto rango del Gobierno de EE.UU. de que la detención continuada de Gross impide un diálogo más amplio con Cuba, como ha reiterado en varias ocasiones el secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, Crowley destacó que la situación del contratista no es el único factor que preocupa a Washington.
"Nos preocupa el bienestar de uno de nuestros ciudadanos, pero no es en absoluto la única preocupación que tenemos con respecto a Cuba", recalcó.
"Queremos ver reformas en Cuba. Queremos ver que Cuba tome pasos agresivos para reformarse y para liberar a los presos políticos, para abrir el espacio político, ampliar la sociedad civil y para expandir las oportunidades económicas. Hay muchas cosas que Cuba puede hacer", concluyó Crowley.
El portavoz no concretó con qué representantes de la sociedad civil se reunió la delegación estadounidense, ni especificó el contenido del encuentro que mantuvo con la Iglesia católica; sin embargo, desde La Habana se supo que se reunieron hoy con miembros de la disidencia interna, según la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
En una nota divulgada a corresponsales extranjeros, el portavoz de la CCDHRN, Elizardo Sánchez, dijo que "el intercambio de opiniones tuvo lugar en una atmósfera de cercanía y confianza que prefiguran las excelentes relaciones de respeto, buena vecindad que habrán de reconstruirse inevitablemente entre ambas naciones".
Además del portavoz de la CCDHRN, asistieron a esa reunión otros disientes como Marta Beatriz Roque, Arnaldo Ramos, Laura Pollán, Héctor Palacios Ruiz, Jorge Olivera, Darsi Ferrer, Oscar Espinosa, Manuel Cuesta y Félix Bonne, según Sánchez.
En su nota, la CCDHRN indica que en el encuentro la delegación estadounidense reiteró el "claro compromiso" de EE.UU. "con la causa de los derechos humanos y la democracia a escala mundial".