Louro considera que no habrá limitaciones presupuestarias para garantizar la seguridad del Papa

"Costará lo que tenga que costar", recalcó Louro en una rueda de prensa en la que compareció acompañado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio; el alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo; y el conselleiro de Presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, tras la última reunión de coordinación operativa de la visita del Pontífice.

En total, más de 6.000 agentes entre Policía Nacional y Guardia Civil velarán por la seguridad del Papa desde su llegada al aeropuerto de Lavacolla, durante su recorrido hasta el centro Santiago y en los actos allí programados.

Además, habrá movilizados efectivos de las policías local y adscrita a la Comunidad autónoma, mientras que en las labores de logística ayudarán voluntarios de Protección Civil, de la sociedad de gestión del Xacobeo y del Arzobispado.

Louro recordó que en el presente Año Xacobeo ya se han organizado dos dispositivos policiales especiales, en Semana Santa y el 25 de julio, y ambos, dijo, se ejecutaron "a plena satisfacción", por lo que mostró su "plena confianza" en que en la visita del Papa sucederá lo mismo.

El delegado del Gobierno en Galicia especificó que el operativo no se circunscribirá únicamente a Santiago de Compostela, el aeropuerto de Lavacolla y las conexiones por carretera entre ambos puntos, sino que los cuerpos de seguridad estarán "atentos en el caso de alerta" en "todo el territorio" de la Comunidad autónoma.

Pese a la "afluencia masiva" de visitantes a la capital compostelana prevista para el próximo 6 de noviembre -unas 200.000 personas según los cálculos del Arzobispado- y a la fisonomía del casco histórico, Louro dijo que a priori no se acotará el acceso a ningún punto y que sólo se actuará en ese sentido si se produce una "presión excesiva".

Avanzó que Renfe reforzará puntualmente su capacidad de transporte con un servicio a primera hora de la línea A Coruña-Santiago-Vigo, para que el tren llegue a las 9.00 a la capital gallega, mientras que el tramo Santiago-Ourense dispondrá de una capacidad máxima de 11.000 viajeros.

El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, detalló que se habilitará una zona de aparcamiento de autocares con 2.000 plazas y tres para vehículos privados, con una capacidad total de 10.000 plazas, en el Campus Sur y los polígonos del Tambre y Costa Vella. Todos ellos estarán conectados al centro con servicios de autobús.

Bugallo garantizó que el Ayuntamiento no multará a los establecimientos de hostelería y los supermercados que en la víspera de la visita del Papa se mantengan abiertos durante toda la noche.

Asimismo, la Corporación habilitará servicios, entre ellos el despacho de café y bocadillos, a las personas que previsiblemente harán noche en la plaza del Obradoiro para coger sitio para el servicio religioso que allí oficiará Benedicto XVI a las cuatro de la tarde.

El alcalde confirmó que abrirán los pabellones de Santa Isabel y San Lorenzo de la Torre para que las personas sin alojamiento puedan pasar allí la noche, como también lo harán los que dependen de la Xunta, según apuntó el conselleiro de Presidencia.

Rueda hizo hincapié en que a falta de "pequeños flecos" el dispositivo de coordinación está "perfectamente coordinado", se mostró seguro de que la visita del Papa será "un gran éxito" y adelantó que en breve se facilitará a la ciudadanía información detallada sobre el acceso y las posibilidades de movimiento en la ciudad.

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, destacó por su parte la "gran satisfacción" de la Iglesia por cómo se ha coordinado el dispositivo de organización de la tercera visita papal a Galicia, y esperó que "el desarrollo" de la programación prevista "sea el deseado".