Los militares participarán en patrullas, retenes, registros y otras operaciones conjuntas "de prevención" con los policías, dijo hoy a periodistas el ministro hondureño de Seguridad, Oscar Álvarez.
Explicó que la medida fue adoptada anoche por el presidente Porfirio Lobo en una reunión de varias horas con las autoridades de los ministerios de Seguridad y Defensa y los altos mandos policiales y militares a raíz de la masacre cometida supuestamente por pandilleros en una zapatería en San Pedro Sula (norte).
Lobo "dio órdenes precisas" de que "trabajemos en conjunto con las Fuerzas Armadas, específicamente con el Ejército", porque "la delincuencia sigue golpeando a los hondureños", añadió.
Las operaciones conjuntas se llevarán a cabo principalmente en Tegucigalpa, San Pedro Sula y otras zonas de altos índices delictivos, apuntó el funcionario.
La salida de los militares a patrullar en las calles es una medida que los Gobiernos de Honduras llevan décadas adoptando cada vez que se produce un crimen particularmente grave como la matanza en la fábrica de zapatos.
Hasta ahora, las autoridades no han detenido a nadie en relación con esta masacre, la que atribuyen a la actividad de las pandillas o maras, posiblemente ligada a las disputas por territorios o venta de drogas.