Moratinos ha reiterado su oferta de diálogo a las autoridades de La Habana mientras el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, convocaba al embajador de Cuba en España, Alejandro González Galiano, para "condenar" la expulsión y pedirle que "no se vuelva a producir este tipo de incidentes".
González Galiano ha explicado que el veto a Yáñez se justifica en "la aplicación de leyes internas cubanas", según el breve comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores al término de la reunión.
Yáñez, en una rueda de prensa en Sevilla, ha comentado que su intención era estar de vacaciones en Cuba hasta el próximo viernes, día 8, con su esposa, la diputada socialista Carmen Hermosín, aunque ha admitido que no descartaba reunirse con algunos disidentes.
"Como ciudadano libre que vive en un país democrático no me autocensuraba para ver a quien quisiera ver en Cuba, con los únicos límites de que si esas personas eran del ámbito político, no fueran personas radicales y sí partidarias del diálogo y la reconciliación nacional, demócratas, en una palabra", ha explicado.
A su juicio, ha sido un "error" y una "torpeza" de las autoridades cubanas pensar que su visita "no era inocente", como, según Yáñez, el embajador le ha dicho a De Laiglesia.
Con cierta ironía, ha manifestado: "No sabía que un viaje privado de descanso de un diputado del Parlamento Europeo pudiera afectar a la seguridad nacional y la defensa de la soberanía de Cuba".
El veterano parlamentario socialista, de 66 años, ha apoyado al Gobierno en su intención de revisar la llamada posición común europea hacia Cuba, que fue promovida en 1996 por el ex jefe del Ejecutivo José María Aznar.
Yáñez, europarlamentario desde 2004, ha confiado en que su expulsión no afecte a los planes de Moratinos de abrir una etapa de diálogo entre la UE y Cuba.
El ministro de Exteriores ha querido dejar claro que este incidente, el tercero desde 2004 que desemboca en la expulsión de la isla de parlamentarios españoles, "no es una buena noticia".
"Pienso que los cubanos se han equivocado con esta expulsión", ha lamentado Moratinos ante los corresponsables extranjeros.
Ha admitido que la posición crítica del eurodiputado con el régimen castrista no es del agrado de las autoridades de La Habana, pero ha añadido: "De ahí a expulsarle...".
A pesar de la gravedad de este incidente, Moratinos ha garantizado que España no va a tirar la toalla y seguirá buscando el acercamiento a Cuba para apoyar su proceso de reformas.
"El aislamiento, el bloqueo y el embargo no llevan a nada. No han dado ningún resultado en 50 años", ha dicho.
Ha apuntado que abrir esta nueva etapa "no es cosa de un día o dos", sino que necesita tiempo.
Moratinos ha puntualizado que España no se obcecará si no hay consenso con los socios europeos -"no es una cuestión que le va a quitar el sueño a la presidencia española"- y que en cualquier caso, mantendrá su relación bilateral con Cuba, impulsada en abril de 2007 cuando visitó La Habana.
En su comparecencia ante los medios en Sevilla, Yáñez ha contado que ya se le denegó el visado para viajar a Cuba en 2008 para asistir a un congreso del grupo disidente "Arco progresista".
Yáñez, que ocupa en la actualidad el cargo de presidente de la delegación para las relaciones con Mercosur y es miembro de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, ha remarcado que una de sus tareas es ocuparse de los derechos humanos en América Latina.
La Junta de Andalucía ha expresado hoy su solidaridad con Yáñez y ha calificado de injustificado e incomprensible el comportamiento del régimen castrista, según su consejero de la Presidencia, el socialista Antonio Ávila.